Arda no levanta cabeza

Desde que se marchó del Atlético, Arda Turan empezó su particular cuesta abajo. Después de convertirse en uno de los jugadores icónicos del Atlético de Simeone, no logró trasladar su impacto en el Barcelona. 

El ardaturanismo se ha visto a cuenta gotas en el club blaugrana. Han contribuido varios factores: el primero, una sanción de la FIFA al Barça que dejó al mediocampista fuera de ritmo unos meses.

El segundo, la difícil adaptación de un mediapunta clásico al estilo Barça. En un 4-3-3 nunca estuvo cómodo jugando de interior -a pesar de la insistencia de Luis Enrique- y tuvo que buscarse la vida como extremo. Ahí rindió coincidiendo con las ausencias de Neymar.

Es más, los números de Arda esta temporada (13 goles entre Supercopa, Liga, Copa y Champions) son interesantes, aunque la sensación es que su contribución goleadora ha sido en partidos de perfil bajo. El precio que pagó en su día el Barça por el futbolista (34 millones) hace que la valoración sobre el turco sea más severa que con otros futbolistas que han salido más baratos.

Luis Enrique, su gran valedor, nunca le concedió un papel principal en el equipo. Y en la recta final de esta temporada dejó de entrar en sus planes sin aparente explicación. En muchos partidos ni siquiera ha aparecido como revulsivo y no parece entrar en los planes del Barça, a pesar de que el agente del turco ha asegurado que Turan no quiere moverse.

A su ostracismo en el Barça hay que sumar el incendio de las últimas horas en su selección. Arda tuvo un incidente con un periodista que ha acabado con su adiós de la selección.