LA MIRILLA

Tito no hará 'guardioladas'

Albert Masnou

La designación de Tito Vilanova es fruto de la lógica más barcelonista. En los últimos años ha funcionado así: En el balonmano se fue Valero Rivera y entró Xesco Espar, se fue Manolo Cadenas y asumió el cargo Xavi Pascual; en el baloncesto se fue Dusko Ivanovic y le relevó Xavi Pasqual. Y en el fútbol se ha ido Guardiola y también su segundo ha heredado el puesto. Son cosas que pasan en el Barcelona desde hace unos años. Se busca primero en casa y luego fuera.

Así pues, es lógico el nombramiento de Andoni Zubizarreta. Una vez comunicada esta decisión se plantean dudas. El propio Tito debe tenerlas a tenor de unas declaraciones suyas efectuadas hace un par de años a este periódico al ser cuestionado sobre las posibilidades de revelar a Pep: “Para entrenar al Barça o tienes una trayectoria que te avala o tienes el perfil alto como el de Pep”. Tito no tiene ni una cosa ni otra. Y pese a todo, está allí.

Los que conocen cómo trabaja solo hablan maravillas de él, elogian su manera de ser, su forma directa de transmitir las instrucciones, incluso valoran que tiene menos dudas que Guardiola en su día a día, sobresale cómo preparar los partidos y su buena lectura de los mismos.

Entonces, ¿qué le falta? Lo sabe él. No es Guardiola. Le falta su carisma, su liderazgo, su facilidad de palabra para transmitir un mensaje. Admitirlo es el primer paso para construir una bella historia. Admitirlo es el primer acierto de Tito Vilanova y Zubizarreta actuará en consecuencia para protegerlo. Tito no será la voz del Barça como era Guardiola, ni será capaz de alinear en su primer clásico a un lateral de extremo y a un jugador del filial en el otro. Se han acabado las 'guardioladas'.

Tito Vilanova será prudente en sus primeros pasos como azulgrana aunque esto no quiere decir cobarde. Sabe, por experiencia, que sin valentía no aguantará en este puesto y él no lo es. Es el continuismo pero no es lo mismo.