El dolor muscular es frecuente y, en ocasiones, puede abarcar más de un músculo, ligamentos o tendones. No hay por qué vivir con dolor, por leve que sea, porque compromete nuestro bienestar. Por ello, cabe identificar las causas más frecuentes del dolor, saber prevenir y, en caso de que aparezca, cómo atajarlo.
Causas y origen del dolor muscular
Según información de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, Medline Plus, el dolor muscular está relacionado con la tensión, sobrecarga o lesión muscular. Generalmente, tiene vinculación con el ejercicio o el esfuerzo físico, por lo que es muy frecuente sentirlo al comenzar una actividad o justo después. Los músculos pasan por un estrés físico de calado y, como respuesta natural, sufre pequeños desgarros e inflamaciones que luego sanan.
No es la única causa. El dolor muscular también aparece cuando se sufren infecciones como la gripe, o trastornos que afectan a los tejidos conectivos del cuerpo, como el lupus. También sufren dolores musculares continuos los pacientes de fibromialgia, afección que causa sensibilidad en los músculos y el tejido blando alrededor, entre otros síntomas.
Un golpe o traumatismo, permanecer mucho tiempo en una única posición o hacer algún movimiento brusco también son causas frecuentes del dolor muscular.
¿Cuánto tiempo puede durar el dolor muscular?
En la mayoría de los casos los dolores musculares desaparecen por sí solos tras un periodo breve. Es lo que sucede con las famosas “agujetas”, que se producen por la sobrecarga del músculos que no están entrenados para ese ejercicio o movimiento en particular.
Sin embargo, hay veces en las que el dolor puede permanecer durante meses. Puede tener diferentes maneras de manifestarse: ser punzante y persistente, aparecer al mover o realizar movimientos con las articulares, sentir quemazón o ardor en la zona…
¿Qué ayuda a relajar los músculos?
¿Qué tomar para el dolor muscular? Dado que es bastante frecuente, en todos los hogares hay remedios más o menos sofisticados para atajarlos. Nos centraremos en los farmacológicos, por resultar efectivos y relativamente rápidos, pero hay otros: la estera y almohada de acupresión, el colchón o almohadilla de masaje eléctrico, el rodillo de espuma o incluso la pistola de masajes y los electroestimuladores.
En cuanto a los productos farmacológicos, lo ideal es asesorarte sobre sus efectos y su idoneidad. Los más fuertes necesitarán receta médica.
Pastillas calmantes y medicamentos antiinflamatorios
Los antiiflamatorios reducen la inflamación del tejido muscular, y cuentan con principios activos que impiden la producción de prostagladinas, sustancias que activan los procesos inflamatorios del organismo. A ello se une su función analgésica, como explica el Instituto DYN.
Entre los tipos más frecuentes, están los siguientes:
- Ibuprofeno. Es uno de los cotidianos, ya que alivia un rango amplio de dolores más allá de lo muscular. Se suele tomar para el alivio de lesiones deportivas y de tensiones musculares.
- Aspirina. Tiene funciones similares a las del ibuprofeno, aunque para lo que más se toma es para el dolor de cabeza.
- Paracetamol. También muy popular por sus propiedades analgésicas, aunque no reduce la inflamación. Te lo puedes tomar para los dolores musculares, pero será menos efectivo si sufres una lesión.
- Enantyum. Está considerado como uno de los calmantes más fuertes para el dolor muscular y otras afecciones, por lo que se toma periodos cortos (no más de una semana).
- Naproxeno. Útil para tratar lesiones leves o moderadas.
No debes abusar de ellos, pues, entre sus efectos secundarios, está la irritación del tubo digestivo o la hipertensión arterial.
Por otra parte, los relajantes musculares también son de uso frecuente para estas dolencias. Entre ellos, seguro que te suena el Diazepam. Requieren receta médica y se prescriben para un plazo corto, de alrededor de una semana. Actúan sobre el sistema nervioso, por lo que reducen la actividad del músculo y contribuyen a atenuar el dolor.
¿Cuál es el mejor antiinflamatorio para el dolor muscular?
El mejor medicamento será el que consiga aliviarte. En algunos casos se irá sin necesidad de recurrir a nada más, en otros optarás por algún remedio casero natural y en otros por los fármacos más populares.
Si el dolor pasa a ser agudo, el/la facultativo/a podría prescribir el uso de narcóticos u opiáceos. Se establecen como última opción cuando los antiinflamatorios habituales, como los mencionados, no son suficientes.
Hablamos de la morfina, la codeína, la oxicodona o el fentalino, que pueden bloquear la sensación de dolor. Pero se suelen recetar en dolores puntuales no cronificados, y su administración está muy controlada (o debería estarlo). Además de efectos secundarios como la somnolencia o las náuseas, se corre el riesgo de adicción.
Cremas para el dolor muscular
Las cremas para el dolor también son de uso frecuente cuando se sufren contracturas, contusiones o, en general, dolores musculares. Sus ventajas son que actúan de manera localizada, desinflaman y reducen las molestias.
Repasamos algunas de las más populares:
- Fisiocream. Su fórmula incluye ingredientes naturales y tiene una textura agradable, que se extiende bien y no mancha.
- Physiorelax. Además de tener acciones calmantes, se puede usar de manera preventiva antes o después de realizar una actividad física intensa.
- Thrombactiv. Trata zonas afectadas por dolores musculares y también se puede usar antes de realizar ejercicio intenso.
- Bálsamo de tigre. Está arrasando en los últimos años, pues lo han recomendado personalidades conocidas. Está hecho a partir de ingredientes naturales y tiene efectos calmantes muy evidentes.
¿Cómo aliviar el dolor muscular de forma natural?
La medicina natural casi siempre resulta más económica, puede generar menos complicaciones y, muchas veces, también es más fácil de aplicar. Si eres de los que evita a toda costa el uso de fármacos, pero tampoco quieres vivir con dolor, apunta:
- Masaje terapéutico. Un/a profesional sabrá dónde tiene que presionar con las manos para aliviar, y utilizará aceites esenciales con acción antiinflamatoria que potenciarán los efectos.
- Aplicar frío. Si has sufrido alguna lesión, como un esguince, aplica hielo de forma inmediata para reducir la inflamación y favorecer la recuperación.
- Usa agua caliente. Durante las primeras 48 a 72 horas se recomienda el frío, pero si el dolor persiste se recomienda aplicar calor.
- Opta por plantas medicinales. La manzanilla, la cayena, el romero o el sauce tienen propiedades relajantes. Se usan para elaborar infusiones, pero también aceites y cremas que puedes aplicar directamente en la zona, con masajes.
La mejor manera de evitar el dolor es prevenir. Realiza ejercicio de forma frecuente para mantener el tono, bien adaptado a tu nivel, con una demanda progresiva. Calienta bien y estira después de cada sesión, cuida la alimentación e hidrátate. También deberías evitar tener la misma postura durante horas, para lo que son útiles los paseos cortos desde el puesto de trabajo.
Con todo, dolores musculares asociados al ejercicio, como las agujetas, son frecuentes y no suelen tardar en pasarse, aunque puedes recurrir a algún remedio para atenuarlo. Si se alarga mucho en el tiempo, deberías tomar medidas, pero no lo dejes estar. Acabará lastrando tu sensación de bienestar.
