Inicio Noticias & Blog “Papá, quiero ver hasta donde puedo llegar y que me entrenes bien”

“Papá, quiero ver hasta donde puedo llegar y que me entrenes bien”

A los 58 años, Antonio Serrano promete que no es un entrenador chapado a la antigua. Lleva desde los 24 y asegura que ha sabido renovarse. “Ahora, no entrenaría a Higuero como lo hice hace 20 años”

Ha atravesado varias generaciones.  Y esa es su felicidad: la de seguir haciendo lo que le gusta. Máxime en esta época en la que una de las grandes atletas de su grupo es su hija Marta Serrano. Y, aunque él trate de negarlo con la palabra y con la cabeza, no se puede negar que eso es un valor añadido. “Soy el entrenador de mi hija, no su fan”, explica.

Marta Serrano.
Sí, mi hija. Pero, qué quiere que le diga, cuando la gente me habla de ella y me dice ‘debe ser muy difícil entrenarla’ yo digo lo contrario, ‘señores, no tengo ningún tipo de presión’, vamos al entreno y luego nos vamos juntos a casa y, si hace falta, comentamos cosas de atletismo. Pero, si hace una marca, no me pongo a brincar.

¿Y qué le dice la madre que también fue atleta de elite?
La madre quiere ir aún más lenta todavía. Es su primera fan. Va a todos los sitios a verla y no quiere que se proyecte tanto. Si por Natalia fuese mi hija no habría hecho tantas marcas. Por eso cuando hablamos con ella le dice lo mismo que yo: ‘estamos en el presente. El futuro no existe todavía.

¿No le echa broncas entonces?
Cuando se queda extrañada de todo lo que corre yo siempre le digo que, a su edad, ni siquiera es la mejor de Europa. Siempre hay gente que corre más.

¿Y su hermana mayor, que es atleta de combinadas?
Es otra fan. De los tres es la más efusiva. Mire lo que escribe en Twitter, ‘vaya hermana que tengo’, es su primer soporte. La semana que viene hemos hecho un esfuerzo para que vaya a verla a Zurich que está viviendo allí.

¿Y usted en casa la echa broncas?
¿Para qué? Marta es un atleta con 20 años de lo más profesional que puedas tirarte a la cara. Le puedo contar que un día me lo dejo bien claro: ‘Papa, quiero ver hasta donde puedo llegar y que me entrenes bien’. Y, para mí, fue como una orden. Y voy a tratar de no fallarla.

¿Es lo más bonito que ha hecho en la vida?
Da un poco de vértigo. Que te llame la familia y los amigos y te digan, ‘joder, Marta, no nos lo podemos creer’, yo recuerdo que vendrán momentos malos, que habrá lesiones y que no se está todos los años mejorando. Debemos prepararnos para el futuro.

¿A los 58 años se puede sentir vértigo?
Me he expresado mal. Quería decir que me aíslo de lo que escucho, porque en mi día a día es una atleta más. Pero, claro, con 20 hace las marcas que Irene hacia con 25 años. Por eso hay que canalizarlo y hacerla ver que no se acaba el mundo y que todo lleva su tiempo. Cuando me vino Juan Carlos Higuero hacia 3’45” y luego llegó a hacer 3’31”

¿Ha encontrado alguna época tan bonita como la de Higuero?
Hago mi tercera generación de atletas. Pero en todas las épocas he disfrutado igual. Quizá ahora sienta más presión, sí. Las mínimas se han vuelto muy exigentes: ya no vale con ir a los campeonatos. Todos mis atletas quieren volver a un Mundial o a unos JJOO. En la época de Higuero no había esa presión. Al menos, con tanta gente.

¿Un atleta a partir de los 30 años es viejo?
Todo lo contrario. Irene con 30 años hizo su mejor marca. Carolina está a un segundo de la mínima olímpica. Hasta los 35 y hasta los 38 años se puede durar muy bien. La gente se cuida más. Yo con 34 me retiré porque no hacia mínimas. Cuando me dicen que Irene se pase a la maratón digo pero ¿cómo se va a pasar con las marcas que está haciendo? O el mismo Mechaal que tiene 32 años y está deseando irse a la ruta pero la próxima semana va a intentar hacer 3’30” en 1.500.

Qué salvajada.
Pero es que Abdel todavía está descubriendo capacidades en él que desconocía.

¿Quién da lecciones a quién: usted a Mechaal o Mechaal a usted?
A él le encanta aprender, leer, escuchar. Cada año quiere mejorar y para eso hay que hacer las cosas lo mejor posible. Reconozco que yo he aprendido cosas del entreno en altura gracias a él. También es un talentazo que aguanta mucho entreno. Y, si no le sale, no pasa nada y me dice, ‘no te preocupes, Antonio, en breve volvemos a intentarlo’.

¿Higuero hubiese ganado a Mechaal?
Higuero tenía un último 100 muy bueno pero le gustaba ir detrás. Por eso consiguió tan pocas medallas de oro. Pero la comparación es difícil, porque deberían correr juntos.

O sea que no contesta.
Es que no lo sé. Como talento y aguante, Mechaal entrena mucho más que Higuero. Pero Higuero hizo 3’31” y muchas veces 3’32”. Pero desde entonces los tiempos han cambiado. Yo he estado a dos minutos del récord del mundo de maratón. Con 13’20 iba a Oslo y el récord del mundo estaba en 13. Por eso hay que poner las marcas en su contexto.

Mario García Romo o a Katir. ¿A quién preferiría entrenar?
Los atletas españoles de origen africanos son muy buenos, sí. Pero Mario es un atleta de Castilla León. Para mí es más mérito que haga 3’30” un atleta de Castilla León que otro de África. Quizá por eso me gusta un poco más Mario o le doy ese valor como se la di a la medalla en los obstáculos de Diana Martín, una atleta que tenía muchas cositas. A los africanos casi que solo hay que tener cuidarlos (risas).

¿Entonces yo podría entrenar a Katir?
No, no, hay que ser entrenador nacional. Usted le podría poner un plan. Pero sería un plan muy básico.

Bueno, usted también es un entrenador chapado a la antigua.  
Eso ha cambiado. Ya no soy como era. Trabajo con umbrales, lactato. He cambiado mi sistema de entrenamiento de hace años. Eso de hacer siempre miles o 400 ya nada. Ahora se hace más volumen para estar mucho tiempo en forma. Intento aprender. Quiero decir que si tuviese ahora a Higuero igual no le entrenaba como entonces.

¿Ha suprimido el minuto de recuperación?
No lo he suprimido pero ya no sólo se utiliza eso. Cuando llego al ritmo de competición, que son las últimas series, meto más recuperación. La última serie ya tampoco es a tope. Hay que entrenar tres días bien a la semana, pero ya no es dejarse todo. Al día siguiente hay que estar recuperado.

¿Qué marca haría usted ahora en maratón?
Con el talento, que se supone que yo tenía, haría 2h05 o 2h06 minutos. No tengo casi ninguna duda. Y en mi época me quedé en 2h09.

¿Y quién va a heredar a Javi Guerra en el maratón en su grupo?
No lo sé. Ahora tengo, sobre todo, mediofondistas. Parece que Mechaal quiere ir al maratón. No sé si Carolina. Pero con las marcas que hacen para qué se van a cambiar. Es lo que le decía antes. Y con la edad que tengo no sé si me llegarán. El tiempo pasa.

¿Dónde quiere estar con 65 años?
Quiero seguir como ahora con un grupo de quince o veinte atletas. Llevo desde 2000 con atletas en campeonatos del mundo. Son casi 25 años y eso no es fácil. Pero es lo que más me gusta: ayudar a la gente a conseguir sus sueños.

¿Y no hay que dejar paso a los entrenadores jóvenes?
Pero no es dejar paso. Cada uno puede tener sus grupos. Yo soy un afortunado porque tengo un contrato en la Federación. Pero no es fácil. El de Ataoui, el de Katir, el de Gonzalo tienen treinta y pocos años… Intento conversar con ellos cuando les veo. No soy ningún acaparador. Me gusta estar. Mi carrera está ahí. Esto lo hago porque me gusta. Disfruto viendo la cara sonriente de los atletas.

58 años ya.
Sí. El otro día recordando con Arturo Martín decíamos que hace 20 años éramos los más jóvenes y ahora somos los más experimentados. Pero, como le decía, esta profesión no caduca a los 65 años.


Suscríbete a nuestro newsletter

Recibe en tu correo lo mejor y más destacado de LBDC

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí