Analizamos las características de Merrell MTL Long Sky 2, la fuerte apuesta de esta marca americana en cuanto a calzado de trail Running que valga para correr largas distancias pero, sobre todo, llevarlo a las competiciones.
Merrell lleva más de cuarenta años fabricando calzado para la montaña. De hecho nació así, fabricando zapatillas primero para trekking y a continuación también para trail. Por tanto su experiencia está clara y lo que ahora está pasando es que está afinando sus instrumentos para sacarles el máximo rendimiento… y también compitiendo.
Modelos consagrados como Agility Peak, MOAB Flight o MTL Skyfire Race flanquean a MTL Long Sky 2 para largas distancias…, pero rápida.
O rápida…, y para largas distancias.
Da igual el enfoque que les des porque, en este caso, el orden no afecta al producto: Que confort y rendimiento vayan de la mano y si además puede ser con poco peso… ¡Pues mejor! Apenas 270g en el acabado de hombre y 225g en el de mujer. Eso, en zapatillas de trail y de larga distancia, es muy poco peso.
Salida directamente del Merrell Test Lab (MTL, o la manera como los de Michigan, EEUU, conciben las zapatillas; donde las testan –naturaleza-; y quienes las ponen a prueba –sus propios atletas-) llega con una mejorada tracción en todos los terrenos; un buen balance entre flexibilidad y soporte; y mejor respuesta respecto a las condiciones climáticas adversas. Todo para mejorarle el rendimiento.
Análisis técnico Merrell MTL Long Sky 2
MEDIASUELA
En la mediasuela Merrelll MTL Long Sky 2 encontramos uno de los responsables del gran rendimiento de esta zapatilla: FloatPro. Se trata de un compuesto amortiguado que logra rebajar su peso en un 20% respecto a una EVA estándar y ser un 30% más resistente. Además de ello, logra un gran retorno de energía. Todo junto ayuda bastante a la idea de correr más lejos y, si se precisa, rápido.
La durabilidad sería otro factor importante en FloatPro y teniendo en cuenta que es una zapatilla que piensa en recorrer grandes distancias, esto es primordial.
Algo en lo que destaca pero por un valor bajo es el perfil. El talón tiene una altura del 23.5mm, mientras que la zona del antepie la tiene de 19.5mm. Es una mediasuela fina, adecuada a una zapatilla ligera y ágil. Por eso Merrell ha pensado en insertarle una placa anti rocas, para proteger al pie de cualquier elemento puntiagudo del camino, sea en forma de arista, punta de roca, raíz, o lo que sea. En su día, en MTL Long Sky 1 destacamos que precisamente no tuviera, así que bien por Merrell por corregir el tiro y añadirle esta mejora.
La marca americana le llama ESS Rock Plate, que en definitiva es lo que hemos dicho, un escudo para proteger al pie, pero, gracias a ser una placa fina, es lo suficientemente flexible como para que no impida que la zapa flexe durante la pisada. La forma como está insertada en la mediasuela es muy curiosa: Más alta en la zona del talón y más baja en el antepie, cruza la mediasuela de forma descendente a medida que se acerca a la puntera (porque es de longitud completa, tanto que comienza en el talón, formando parte del propio contrafuerte en esa zona y protegiendo a la planta del pie en toda su extensión.
El drop, que no lo habíamos dicho antes es de 4mm (resultado de restarle los 19.5mm de grosor del antepie a los 23.5mm del talón), 4 que es bastante menos que los 8mm que tenía su predecesora.
SUELA
La suela es otra protagonista destacada en Merrell Long Sky 2. Lo es porque utiliza un taqueado potente, incisivo, profundo y fabricado por otro monstruo, en este caso de las suelas: la firma italiana Vibram, de gran solvencia entre el calzado técnico de gama alta. Y también por la inclusión de alguna solución poco usual en calzado convencional, como unos agujeros para clavos… Pero vayamos por partes.
El caucho utilizado es, Vibram Megagrip, de un alto rendimiento tanto en seco como en mojado. Está dispuesto de una sola pieza formando una suela que contiene grandes tacos tanto en volumen como en profundidad (5mm) y que están todos unidos por una base más fina de apenas poco más de 1mm.
Algunos tacos tienen un corte, o mejor dicho, un biselado. Aquí Merrell ha querido hilar muy, pero que muy fino, para que el taco se adapte aún mejor al terreno aportando estabilidad.
Y si llama la atención que unos tacos están al revés, es cierto: la orientación del taqueado está invertida en el talón. Esto es porque los del antepie han de traccionar hacia adelante, y los de detrás han de garantizar que nos mantendremos en pie en las bajadas, trabajando para que no derrapemos y nos concentremos exclusivamente en correr.
Aquí llegamos a la sorpresa. Si alguien se fija detenidamente, verá unos agujeros muy pequeños, apenas visibles… Ocho en el antepie y cinco en el talón. Son para clavos, así que quienes quieran participar en carreras donde sean necesarios, la zapatilla ya va preparada para alojarlos. Este recurso técnico es algo que muy pocas zapas de trail running pueden presumir de ofrecer.
Por último, de la suela habría que destacar también su aporte a la ligereza final de la zapatilla. Como quiera que el caucho es el material más pesado en una zapa y Merrell le ha dado mucha importancia a que esta Long Sky 2 pese lo menos posible, los de Michigan han seleccionado unas zonas donde no es tan necesaria la goma sólida y la ha quitado. Es a través de ellas que podemos ver el material de la mediasuela. Casi de rebote, entre que el material que une los tacos tiene apenas 1mm y estos huecos, se puede decir que a pesar de la agresividad de la suela en general, es mucho más flexible de lo que aparenta (la doblas fácilmente con las manos, a pesar del caucho y de la placa anti rocas).
UPPER
El upper de Merrell Long Sky 2 es también otro trabajo de ingeniería. No sólo por la malla y sujeciones que vamos a explicar ahora, sino de nuevo, por la utilización de recursos poco habituales en la competencia: guarda de cordones y anclajes para polainas.
La malla utilizada utiliza un tejido que permite el secado rápido. Pero además está construida en dos partes: la trasera, más cerrada y participando activamente en la sujeción y protección del pie; y la delantera, verdaderamente abierta, para que ventile el pie lo máximo posible (y que ayude a expulsar rápidamente el agua en caso de que penetre al pasar un rio, torrente, o cualquier otra situación con agua no tengamos más remedio que atravesar).
La malla es tan transpirable en la zona de los dedos que es posible ver a través de la zapatilla de lado a lado. Eso sí, la puntera está protegida con una película de poliuretano termoplástico (TPU) para que los dedos soporten mejor cualquier pequeño impacto contra algún elemento del camino. Esta película es doble en la zona del dedo gordo para, esta vez al revés, proteja a la malla del propio apéndice, que a muchos les amarga la durabilidad ya que en algunas zapatillas la malla cede a su empuje.
Si nos vamos a la lazada vemos unos cordones casi circulares que están pasados por varias cinchas y un ojal (dejando, otro más, libre junto al tobillo). Esas cinchas son seis por lado y están unidas a pares, por lo que dan sensación de menos ojales (aunque la separación de entrada/salida corrige esto).
Es justo en la parte más baja de la cordonera donde encontramos el primer anclaje para polainas en forma de anillo. El otro anclaje lo encontraremos en la parte baja del talón, en forma de velcro y tan disimulado que quizás haya quien nunca se dé cuenta de que está (si nunca usa polainas, claro).
La lengüeta es de neopreno y envuelve al pie como un calcetín, lo que permite una alta comodidad a la vez que asegura que no se va a desplazar lateralmente por muchos kilómetros que caigan. Es por ello que no necesita tiras por donde pasar cordones. La que se ve tiene otra función: es elástica y sirviéndose del tirador que incorpora, se estira de ella para pasar el sobrante de los cordones y prevenir que éstos se muevan libres y se puedan enganchar en zonas de sotobosque, por ejemplo.
Si vamos al interior encontramos una cazoleta espartana al tacto, pero muy funcional y ya más adentro, una plantilla acolchada con 4mm de grosor y cuya parte superior está fabricada con material reciclado.
Este upper es increíble. Mientras más vueltas le das, más cosas encuentras. Ahora estamos de nuevo en el talón, porque una tira (en color naranja en el modelo analizado) que aparenta tener una función decorativa es en realidad un tirador de una goma elástica y cuya función es la de ayudar a calzarse más rápida y cómodamente.
RESUMEN
Merrell MTL Long Sky 2 es una zapatilla de trail running para larga distancia, en el que la marca americana ha trabajado para que esté perfectamente preparada para todo lo que pueda encontrarse en el camino.
Es un modelo muy ágil, ligero (270g para ellos y 225g para ellas), válido para llevarlo a competiciones, y que confía en la mejor espuma de la mediasuela que ha creado Merrell: FloatPro, que se combina con una placa anti rocas para proteger a quien lo utilice. FloatPro es responsable de una gran amortiguación que ha de acompañar en todo el recorrido y cuenta con nuevo drop, ya que el que se ha escogido esta vez para la mediasuela es de 4mm.
Por debajo el agarre se encomienda a una suela agresiva fabricada con Vibram Megagrip que va a garantizar la mejor tracción tanto en terrenos secos como en mojados. Y por arriba, una malla muy abierta va a trabajar en mantener los pies lo más secos y confortables posible. Para completarla, se va a valer de algunos refuerzos con material TPU para sujetarlos bien, y hacerlo además de manera durable.
Será muy probable encontrarlas en los pies de algunos de sus atletas elite que compiten en muchas de las carreras de trail del calendario.
El precio oficial de Merrell MTL Long Sky 2 es de 130€.
