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¿Corremos demasiado abrigados en invierno? 5 consejos para salir a correr con frío

consejos para salir a correr con frío
Foto / Vlad Tchompalov

Mientras me preparaba para la tirada larga del domingo de mi entrenamiento para el próximo Maratón de Sevilla, salí al balcón de casa para ver que temperatura hacía: fresquito, la temperatura perfecta para el running.

Pese a la llegada del invierno, si son las 12 y media de la mañana y estás en Barcelona en un día soleado (vaya, como prácticamente cada día durante los tres últimos años) significa que va a hacer una temperatura muy agradable para correr, pese a que cuando empieces a correr lo hagas con un poco de fresquito.

Ya que en cuanto entras en calor, no necesitas más para correr que una camiseta y unos pantalones cortos.

Como ya era tarde y mi grupo de entrenamiento 100% seguro que ya debía estar con la cerveza post-entreno, decidí pasar los kilómetros corriendo de la mejor manera posible (es decir sin semáforos y con unas vistas decentes) y aposté por bajar hacía el frente marítimo, uno de los pocos recursos que tenemos los runners de Barcelona para correr más o menos tranquilos al mismo tiempo que respiramos mínimamente bien.

Pero una vez llegado al paseo marítimo, rápidamente me volvió a la cabeza uno de los temas recurrentes cuando veo a la gente correr en invierno, ¿por qué los corredores y corredoras en general vamos tan abrigados?

Con una temperatura de unos 17 grados y una sensación térmica superior… ¿es necesario correr como si viviéramos en Helsinki? guantes, varias capas de ropa de manga larga, mallas largas, chaquetas, etc.

Algunas caras, eran un poema (por no hablar de las ronchas de sudor)

Ya que tenia poca cosa más que hacer (aparte de correr intentando mantener un ritmo decente) me decidí por hacer un recuento de los runners que me iba cruzando para ver cuántos iban más o menos correctamente abrigados y cuántos se habían pasado tres pueblos.

Aunque la muestra no es muy amplia, una hora y cuarenta corriendo dan para cruzarte con bastante runners. En Barcelona no somos la ciudad del running (por infraestructuras y apoyo institucional) pero si somos la ciudad de los runners.

Así me quedó mi recuento patillero:

  • 38 corredores y corredoras sudando la gota gorda debajo demasiada ropa
  • 32 runners valientes ataviados con ropa adecuada según la temperatura

Aunque en ese día en concreto a lo mejor a muchos les pilló la temperatura un poco por sorpresa, es demasiado habitual ver a gente demasiado abrigada corriendo, la mayoría de veces por falta de experiencia.

Hecha la introducción y explicado el leitmotiv del presente artículo, exploraremos primero los riesgos de abrigarse en exceso para después, explicar cómo podemos encontrar el equilibrio perfecto para correr con las capas adecuadas cuando aprieta el frío.

¿Qué pasa si nos abrigamos en exceso corriendo?

1. Nos podemos sobrecalentar

Como si fuéramos un coche, ni más ni menos.

Ya que cuando te abrigas demasiado al correr, tu cuerpo lucha por disipar el calor de manera efectiva. Esto puede conducir a un aumento drástico en la temperatura corporal, lo que a su vez puede generar agotamiento por calor y deshidratación… ergo el rendimiento se va a ver disminuido.

2. Impacto en el rendimiento

El exceso de ropa -como hemos comentado- puede afectar a tu rendimiento. La falta de ventilación adecuada puede provocar fatiga prematura, reducción de la resistencia al esfuerzo continuado (tiradas largas) y un mayor esfuerzo cardiovascular. Correr con ropa “pesada” puede convertir nuestra salida en una tarea agotadora.

3. Estrés adicional en el cuerpo

El cuerpo humano está diseñado para regular la temperatura mediante la transpiración, pero cuando te excedes con las capas, este mecanismo natural se ve comprometido. Esto puede generar estrés adicional en el cuerpo, afectando negativamente la frecuencia cardíaca y la capacidad de recuperación después del ejercicio.

4. Deshidratación

El sobrecalentamiento excesivo conlleva un aumento de la pérdida de líquidos a través del sudor. Si no te mantienes hidratado adecuadamente, el riesgo de deshidratación aumenta, lo que puede tener consecuencia para la salud, como los típicos calambres, mareos e incluso golpes de calor.

Vistos los “peligros” vayamos ahora con los consejos para evitar este sobrecalentamiento al correr.

Consejos para correr con frío

1. Capas Adecuadas

El correr con ropa adecuada para el frío empieza con una estrategia de capas efectiva. En el caso de llevar varias capas, lo primero sería ponerse una capa técnica base que absorba la humedad, seguida de una capa intermedia aislante del frio y finalmente -si es necesario en días duros- una capa exterior resistente al viento.

Esta configuración te permite ajustar tu nivel de abrigo a medida que avanza tu carrera, evitando el sobrecalentamiento inicial y permitiéndote adaptarte a las condiciones cambiantes.

2. Tecnología Textil

La elección de la ropa técnica puede marcar la diferencia en tu experiencia de carrera. Busca prendas fabricadas con materiales transpirables y que absorban la humedad, como el poliéster o el nylon. Estos tejidos facilitan la evaporación del sudor, manteniendo tu cuerpo fresco y seco durante toda la carrera.

La tecnología de compresión también puede ser beneficiosa, ya que mejora la circulación sanguínea y reduce la fatiga muscular.

3. Escucha a tu Cuerpo

Tu cuerpo es tu mejor guía cuando se trata de llevar la ropa adecuada para correr cuando hace rasca. Presta atención a las señales que te envía durante el transcurso de los kilómetros. Si sientes calor excesivo, haz caso y quítate una capa o ajusta la ventilación de tu ropa (abrir cremalleras).

Aprender a escuchar a tu cuerpo te permitirá tomar decisiones en tiempo real, optimizando así tu comodidad para que tu salida no acabe en un desastre.

4 El agua para los peces (y para los corredores)

La hidratación es esencial para regular la temperatura corporal y prevenir el sobrecalentamiento. Asegúrate de beber suficiente agua antes, durante y después de correr.

Considera llevar una botella de agua contigo (a pesar del frío) o planifica tu ruta para pasar por fuentes de agua (aunque cada vez hay menos en las ciudades…).

La deshidratación no solo afecta tu rendimiento, sino que también aumenta el riesgo de sobrecalentamiento, por lo que mantenerse hidratado es crucial.

Puedes utilizar un Soft Klask que es mucho más cómodo de llevar que las botellas rígidas.

5. Be water my friend (adaptación a las condiciones)

Cada vez que sales a correr puede significar una experiencia diferente y las condiciones climáticas también pueden variar considerablemente.

Antes de salir, consulta el pronóstico del tiempo, sal al balcón para comprobar la sensación térmica y escoge la ropa para salir a correr en consecuencia. No temas cambiar tu plan original si las condiciones cambian durante tu salida.

Nota mental: Si corres por grandes parques o por montaña, siempre puedes esconder ropa que te sobra y recuperarla luego.

En conclusión

Correr con frío puede ser una experiencia satisfactoria, notar el fresco en la cara y las manos y acordarnos del calor que hemos pasado en verano…

Pero la elección de la ropa adecuada es fundamental para no fastidiarla y sufrir un sofocón que tenga consecuencias en el rendimiento e incluso en la salud.

Así que la próxima vez que te ates las zapatillas, recuerda que para correr a gusto con frio no se trata simplemente de ponerse capas como si fuéramos una cebolla, si no de encontrar el equilibrio perfecto en nuestra estrategia de capas, beber, escuchar nuestro cuerpo y utilizar el sentido común.

Si quieres seguir profundizando, puedes consultar también este artículo sobre entrenar con frío.

Corre con inteligencia para disfrutar así de cada zancada.


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