"Yo me voy. Es el fuego de la muerte". Agostinho no olvida la frase pronunciada por un bombero mientras se retiraba del fuego en Lavradio, una de las zonas más castigada por las llamas que dejan en Portugal cerca de 700 evacuados y miles de hectáreas quemadas. Lavradio y otras comunidades cercanas han sido devastadas por el fuego que castiga desde el domingo la región de Leiria (centro del país) y que ha resucitado en la memoria de los portugueses la tragedia de Pedrogao, en la misma zona, que en 2017 dejó 66 muertos y más de 260 heridos.