Al cierre de la primera jornada de grupos, Brasil podía inscribirse en el pelotón de las brillantes Inglaterra, Francia y España, por orden cronológico, o en la comunidad de las espantosas, compuesto solo por Argentina y Alemania, y se quedó a medio camino, entre las selecciones que vencieron sin fu ni fa, anodinas, junto con Holanda y Bélgica, por ejemplo, que se apuntaron el triunfo, que ya es mucho, parece en este Mundial.

Richarlison exhibe su oficio de 'nueve' (leer noticia)