Robert Lewandowski marcó dos goles y estrelló dos balones contra la madera ante el Real Valladolid. Y, seguramente, la acción que mejor definió al polaco y plasmó todo lo que aporta al Barça fue su extraordinario movimiento en la diana de Pedri: cruzó una diagonal para ‘arrastrar’ a Joaquín Fernández y conceder al canario el espacio necesario para batir a Jordi Masip con un disparo preciso desde el punto de penalti. Antes de agradecer la asistencia a Dembélé, el tinerfeño se abrazó con el ‘9’ para reconocerle su aportación clave. Todos los ‘jugones’ sonríen igual. Y se entienden a la perfección.

Lewandowski, mucho más que un pichichi (leer noticia)