Podría haber sido uno de los penaltis más absurdos de los últimos tiempos, aunque Glenn Nyberg -colegiado del encuentro- prefirió mirar a otro lado para evitar problemas mayores. En una jugada surrealista como pocas se recuerdan, el Bayern reclamó una pena máxima que hubiese cambiado el devenir de un partido de alta tensión.

El Bayern explota por el arbitraje: "Nos dijo que era un error de niños" (leer noticia)