Abolir la prostitución pasa, según la propuesta socialista, por castigar el proxenetismo que explota sexualmente a mujeres, muchas bajo coacción, como María, que vivía encerrada en un piso bajo el control de una persona que se quedaba con gran parte de lo que pagaban por ser esclava sexual. La proposición de ley del PSOE contempla prisión de entre tres y seis años de cárcel para los proxenetas, de hasta cuatro meses para quienes se lucren por destinar inmuebles, pisos o locales para prostitución, aún con consentimiento. Y se prevén penas de hasta tres años para quienes pagan por servicios sexuales. Que la propuesta se tramite como ley depende del voto de los partidos. Los socios del PSOE en el Gobierno dicen no; el Partido Popular podría abstenerse y el PSOE cree que saldrá adelante. No se contempla en ningún caso sancionar a la persona en contexto de prostitución.