La remota Teherán cuenta con el campo más grande de Asia, el Azadi Stadium, con capacidad para unos 85.000 espectadores. Lo presiden unas imágenes colosales de Ruhollah Jameini y Ali Jaminei, el ex y el actual líderes supremos de Iran. Bajo su mirada juega el Persopolis, actual campeón de la liga local, último rival de la carrera deportiva de Xavi. Las gradas no estaban llenas, todo lo contrario pero los que se acercaron al estadio fue solo para ver cómo Xavi se vestía por última vez de corto. Estaban desde dos horas antes del inicio del encuentro, con camisetas del Barça, gritando su nombre, felicitándole. Fue el gran protagonista de la noche pues la grada no se cansó de corear ‘Xaviiiiii’ en agradecimiento a una gran carrera.

Brillante punto y final a la carrera de Xavi (leer noticia)