Poco antes de que Jordi Cruyff decida estirar las piernas por los alrededores del hotel Narcissus, donde se aloja la expedición azulgrana, se escucha la llamada a la oración del mediodía. Riad es una ciudad de contrastes que empieza a abrirse al turismo. Apenas se cumplen tres años desde que se puede visitar y por medio, una pandemia.

El Barça, en tierra de contrastes (leer noticia)