El pasado Mundial de Francia no solo marcó un antes y un después en cuanto al seguimiento del fútbol femenino en todo el mundo. También provocó una mayor inversión en aspectos esenciales para el juego por parte de marcas punteras y el caso al que nos referimos hoy es un ejemplo. Las marcas deportivas, con Nike a la cabeza –puesto que la empresa de Oregon lideró esa inversión en el Mundial, en el que representaba a 14 de las 24 selecciones- , ofrecieron sus mejoras a las deportistas en cuanto a materiales y productos, empezando por la idea, por primera vez, de diseñar una equipación adaptada especialmente al cuerpo de las futbolistas, habitualmente acostumbradas a utilizar ropa masculina.

Un escudo, dos camisetas: ¿Qué cambios hay en las equipaciones del masculino y del femenino? (leer noticia)