El traspaso de poderes en el Sky

Bradley Wiggins tuvo en Froome a un gregario de lujo

Bradley Wiggins tuvo en Froome a un gregario de lujo / EFE

Jonathan Moreno

Hegemonía, tiranía, poderío... Llámenle como quieran. El Sky es el equipo con un mayor potencial económico en el panorama ciclista mundial, y eso se refleja sobre el pavimento. Salvo en 2014, cuando Chris Froome sufrió una doble caída en la etapa del pavé camino a Roubaix y Vincenzo Nibali dominó la general, el conjunto británico ha ganado cinco de las últimas seis ediciones del Tour de Francia. Y llevan marcha de volverlo a hacer.

El relevo generacional en el equipo capitaneado por Nicolas Portal es evidente. Un bisoño Chris Froome llevó en volandas a Bradley Wiggins, el mod, el Paul Weller de los ciclistas a vestir de amarillo en los Campos Eliseos en 2012. Froome aguantó lo inaguantable, redujo la marcha en los puertos y permitió a Wiggo iniciar la ‘dictadura’ del Sky. El 2013 fue de Froome, en un Tour que arrancó en Córcega. El corredor nacido en Kenia se vistió de amarillo en la sexta etapa en Ax 3 Domaines, en una exhibición junto a su entonces compañero de equipo Richie Porte. Entre ambos se encargaron de descartar a Contador, Quintana y Alejandro Valverde. El 2014 fue el último año en blanco para el Sky en Francia con la mencionada mala fortuna de Froome.

A partir de entonces, tres victorias en la clasificación general y una sensación de superioridad que asusta. Los nombres han ido cambiando, Richie Porte, Mikel Landa, Mikel Nieve, Jonathan Castroviejo, pero uno siempre se mantiene: Geraint Thomas.

Ya lo advertía Bradley Wiggins antes de los Alpes, “si Thomas se viste de amarillo, Froome y el Sky tendrán un problema”. Las palabras del ocho veces medallista olímpico parecen premonitorias. Él traspasó contra su voluntad el liderato a Froome y el tetracampeón parece estar entregando el testigo al que hasta ahora era su gregario. Thomas, no obstante, no descarta a su ‘jefe de filas’ de la pelea por el Tour.