Nairo Quintana resurge en los Pirineos y Geraint Thomas afianza su amarillo

Nairo señala al cielo en la cima del Col du Portet

Nairo señala al cielo en la cima del Col du Portet / AFP

Jonathan Moreno

Faltaban 15 kilómetros de duros repechos en la ascension al Col du Portet, final de etapa, cuando Nairo Quintana cambió el ritmo y se marchó en solitario hacia la meta. El colombiano se encontró por el camino a Alejandro Valverde, que le hizo un último servicio, y a Rafal Majka, al que sacó de punto. Segundo triunfo de etapa para el Cóndor de Boyacá en el Tour de Francia, después del conseguido en 2013 en la etapa alpina de Semnoz.

Quintana al margen y Alaphilippe, de nuevo protagonista en los dos primeros puertos, el vencedor del día fue Geraint Thomas. El líder de la general demostró que es por méritos sobre el asfalto el jefe de filas 'in pectore' del Sky. El galés salió a los ataques de Primoz Roglic y Tom Dumoulin, incluso picándoles segundos en la meta de llegada. 

Y a todo esto, ¿dónde estaba Chris Froome? El británico sufrió un desfallecimiento en los últimos repechos del puerto de categoría especial y perdió tiempo respecto a su otrora gregario. Mikel Landa entró a rueda del tetracampeón, maniatado por tener a su compañero Nairo Quintana pugnando por la victoria. Un ataque del alavés podría haber puesto en peligro la estrategia del Movistar.

Romain Bardet fue el otro gran damnificado del día. El AG2R endureció la carrera en la subida a Val Louron, pero el francés no encontró el ritmo y sufrió una pájara monumental. 

La salida, que había despertado mucha expectación debido a su originalidad, acabó siendo más un petardo que los fuegos artificiales prometidos. El concepto puede ser válido, pero se debe encontrar otra fórmula para ganar en espectacularidad.