La redención de Elia Viviani

Viviani gana su primera etapa del Tour de Francia

Viviani gana su primera etapa del Tour de Francia / AFP

X. Serrano

Sigue el Tour sumido en su particular letargo a la espera de que lleguen las montañas, donde se forjan los campeones. Mientras, es el momento de las glorias puntuales y los lideratos pasajeros. Es el caso de Elia Viviani Julian Alaphilippe (Quick Step), vencedor de la cuarta etapa y maillot amarillo por segundo día consecutivo, respectivamente. 

Para el italiano es un triunfo especial. Su primero en el Tour, el que le permite ingresar en el selecto club de vencedores en etapas de las tres grandes rondas por equipos. Más aún cuando en el pasado Giro un sprint irregular le privó de la victoria en la tercera jornada. Pero esta vez ha sido distinto, no ha habido quién le parara. La redención de Viviani

El veterano genovés se impuso por centésimas a Alexander Kristoff (UAE Team Emirates) y Caleb Ewan (Lotto-Soudal) en el esperado sprint final masivo, punto final a una jornada favorable a los velocistas y que prolonga el liderato de Alaphilippe como maillot amarillo. Le siguen Van Aert -a 20''- y Kruijswijk -a 25''-.

Escapada temprana y emoción final

La jornada se presentaba como una oportunidad para los esprinters más ambiciosos, con un trazado propicio para los velocistas en un Tour que les es desfavorable. Tan solo dos pequeñas cotas puntuables de cuarta categoría alteraban la interminable llanura de 213,5 kilómetros que separaban Reims de Nancy. Abono para las llegadas masivas, culminado con una recta final de 1.500 metros por las calles de Nancy.

Así pues, todo apuntaba a que las emociones se harían esperar hasta el arreón postrero, pero tres valientes se encargaron de animar la tediosa travesía: Michael Schär (CCC Team), Yoann Offredo Frederik Backaert (Wanty - Groupe Gobert). Fugados desde los primeros 500 metros de la carrera, llegaron a gozar de una ventaja máxima de 3'40'' sobre el pelotón pero jamás optaron realmente al triunfo.

Como un padre que deja jugar a sus hijos a una distancia prudencial para echarles mano si fuera necesario, el grupo tuvo en todo momento controlada a la escapada. Aceleró el ritmo pasado el ecuador de la jornada y fue reduciendo la desventaja hasta engullir a los fugados. Primero Offredo, después Backaert y por último Schär, a 16 km de la línea de meta y en pleno ascenso a la Cote de Maron (cuarta).  

Con el rebaño unificado, el galo Lilian Calmejane (Total Direct Energie) tomó el relevo con un inocente ataque en solitario a 11 km de la línea de meta. Nada, la etapa estaba condenada a decidirse en estampida. Con alternancias constantes y distancias mínimas hasta la misma línea de meta, Viviani acabó imponiéndose en el esfuerzo definitivo.