El arado romano continúa usándose en España después de 2.000 años

La tecnología de la época romana todavía continúa con vigencia en la España actual. A pesar de que estemos en 2020 y viviendo la ya denominada Cuarta Revolución Industrial, en la España vaciada todavía quedan lugares donde se utiliza una tecnología muy rudimentaria, aunque no por ello menos eficiente.

El arado romano ha sido utilizado a lo largo de los siglos en muchos países desde que se diseñó en la Edad Antigua. El mismo tiene una composición simple que permite el realizar surcos en el terreno con la ayuda de uno o dos animales que tiran de la herramienta. El arado romano se abandonó de forma oficial a mediados del siglo XX en España, pero todavía quedan resquicios de este.

En las zonas rurales en donde predominan los pequeños huertos, los agricultores particulares todavía disponen de burros y asnos para arar sus tierras. Estos animales tiran de los arados romanos y ayudan a labrar los campos. No todos los terrenos pueden ser arados con tractores, y los animales son la mejor opción.

Se especula que a lo largo de las próximas décadas este tipo de trabajo vaya disminuyendo, pero siempre quedarán ciertos resquicios de una tecnología milenaria.