Ona Carbonell: "Hasta la medalla, el camino es muy duro"

Dolor y gloria? Nadie me lo había dicho nunca. Me encantó la película y el título, en mi caso, tiene mucho de cierto”. Ona Carbonell lo ha vuelto a hacer. Otro Mundial, más medallas y ya son 23, todo un récord. Con ellas, “toda la felicidad y la recompensa. Eso es la gloria. Y dolor, bastante por lo duro que es el camino. Lo bonito de la competición lleva detrás la constancia, el sacrificio, el levantarte tan temprano para ir a entrenar, superar las lesiones, la fatiga física y la mental y cada día del año pensar si estaré o no a la altura. Es bastante bestia”, asegura la nadadora.

Le gustan los retos Ona se tomó una especie de año sabático para recargar pilas y descubrir otros mundos más allá del agua y los estudios de diseño de moda. Participó en un programa de televisión de máxima audiencia y ganó. No podía ser de otro modo. ‘MasterChef’ fue como unos Juegos Olímpicos de la cocina -reconoce- pero todo es como tú te lo tomes. Tanto el programa como la competición lo afronto con una responsabilidad máxima. Todo es muy exigente y yo, también”. Asegura que “lo más duro que he vivido jamás es competir en tantos Mundiales, conseguir tantas medallas... ¿Mujer al borde de un ataque de nervios?  Todo lo que he hecho en la vida, desde un anuncio publicitario hasta participar en unas olimpiadas, ha sido con una profesionalidad absoluta y eso provoca nervios y presión”. 

Otro reto una coreografía de palabras. Ilustró un discurso de Nelson Mandela porque “quería innovar en mis ‘solos’ y hacer crecer este deporte desde una vertiente más humana. Estuve a la expectativa porque era algo tan transgresor que no sabía si gustaría y ha acabado siendo increíble. Todo el equipo de Sudáfrica animándome desde la grada, regalándome bañadores, me hicieron un montón de entrevistas... Fue muy sorprendente y muy, muy bonito”.

REFERENTE

Ona Carbonell ha madurado mucho. Como deportista y como mujer. Es consciente que pasan los años, sus triunfos aumentan y ya se ha convertido en un referente para muchos niños y niñas.”Yo tuve a las mías en sincronizada: Gemma Mengual, Andrea Fuentes y Virginie Dedieu -explica- pero, en el deporte en general, eran masculinos. Hoy las cosas han cambiado un poco y cada vez somos más mujeres las que estamos ahí arriba”. Para Ona “es una enorme responsabilidad porque ser un referente no consiste en ganar medallas y llegar a lo más alto en el deporte internacional sino dar un ejemplo humano y social. Ser educada, humilde, respetuosa, llegar siempre puntual a la piscina y trabajar más que nadie”.

DESCONEXIÓN 

Confiesa que está “más fatigada psicológica que físicamente. Mi cabeza necesita más el descanso que mi cuerpo. Siete mundiales consecutivos es mucho. Muchísimo”. Charlamos en el coche tras una jornada en uno de los dos campus que impartirá este verano. Después, Menorca la espera. “Allí desconectaré el móvil y me dedicaré a comer, a cocinar y a dormir. Me gustaría tener tiempo para aburrirme. Este es mi objetivo. Simplemente, tengo ganas de escuchar el silencio, el sonido del mar y estar con mi gente”.

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