Lydia Valentín: la voluntad es la fuerza

La deportista española que compite en halterofilia es la portada de nuestro Sport&Style

Lydia Valentín, protagonista del Sport&Style

Lydia Valentín, protagonista del Sport&Style / SYX ESTUDIO FOTOGRÁFICO

Carme Barceló

Carme Barceló

Repite muchas veces el verbo soñar cuando ha vivido realidades muy duras. Campeona europea, mundial y olímpica, Lydia Valentín tuvo que pasar meses y meses levantándose cada mañana sabiéndose la número 1 pero con sus medallas en manos de otras. ¿Como trabajar y superar eso?

“Con mucha cabeza y ganas de ser cada día mejor -asegura con contundencia-. Cuando empecé, sabía que había muchas tramposas en la halterofilia y que no partía en igualdad de condiciones. Era aceptar eso o desvincularme de lo que más amaba. Es una disciplina que está manchada por la lacra del dopaje pero al final te armas de valor y vas a por ello por la ilusión, porque te gusta entrenar y competir. Si otros no lo hacen, es su problema. Nadie me va a quitar lo que yo tengo si hago bien mi trabajo”.

Así se lo repetía Lydia cada noche y se iba “a dormir tranquila porque tenía la conciencia limpia.¿La clave? Ser paciente, tener las cosas muy claras y que nada ni nadie te altere”.Piedras en el camino, todas. Empezó muy joven y cuando en España se apoyaba poco esta disciplina. “A mi me daba igual los impedimentos.Sabia que tenia cualidades. El entorno no era el más adecuado, porque competía con atletas que tenía equipos muy buenos arropándolas. Pero lo tenía claro.No iba a parar hasta conseguir lo que quería. Sin esfuerzo, los logros duran poco y siempre tendrás cerca a otra que querrá lo mismo que tú”.

Si alguien representa los valores del deporte, es ella. Por lo anteriormente descrito y por una humanidad fuera de lo común. “Hay que ejercer la gratitud -dice- porque con todo lo que nos está pasando a nivel global, que yo haya podido entrenar durante la pandemia para estar en unos Juegos Olímpicos y tener salud, es para dar las gracias cada día de mi vida”. Gracias a ti, Lydia Valentí.