Cristina Pedroche: El rayo que no cesa

"Pues ya tenía yo ganas de hablar de fútbol, oye”. Así me recibe Cristina Pedroche, una mujer cuya pasión por este deporte se remonta hasta donde ella puede recordar. Ese Rayo Vallecano que lleva tatuado en la piel y en el corazón. Ese grito de guerra que siempre va con ella: “¡A las armas!”. Ese padre que “me llevaba al campo todos los domingos, donde nos econtrábamos con mis primos y con la gente del barrio. 

Lo que yo he sufrido, he llorado y me he emocionado con este equipo, madre mía. Volver a Primera es un reconocimiento a la temporada, a los valores del Rayo, a la clase que tienen sus jugadores y entrenador y a lo que se lo ha currado. Deberíamos estar siempre en esta categoría”. No concibe que “ni por un minuto alguien pudiera plantearse que Míchel no siguiera. ¡Tiene que estar toda la vida! Es Dios, un referente”. Tiene otros, como Movilla -”soy muy fan de él”- o Embarba, que “lo está dando todo y confío que se quede en el club”. 

Cristina Pedroche visualiza “una temporada difícil pero creo que no vamos a pasarlo mal aunque ésto te lo dice la que sufre todo el rato. Quedaremos por la mitad de la tabla, ya verás. Va a ser emocionante”. Tanto como el Mundial. Hablamos antes de que se produjeran los últimos acontecimientos que rodean a la selección española y tenía muy claro que “vamos a ganarlo, vamos a hacer buenos partidos y vamos a ver muy buen fútbol. Si tuviera que destacar a dos jugadores te diría Iniesta y Ramos. Andrés es un 10 en todo y Sergio, un puntal”.

Cristina verá los partidos “con mi marido, unas pipas y una Pepsi . Y si me pongo muy nerviosa, quince minutos de meditación, respirar hondo y pensar que, aunque el fútbol despierta lo mejor y lo peor de uno, solo es un deporte. Con todo lo que está pasando en el mundo...”.