Adiós a los dolores de espalda: descubre la manta eléctrica superventas

Las mantas eléctricas, además de permitirnos estar más calentitos en el sofá, podemos tratar dolencias como artrosis, tendinitis, lumbalgias, ciáticas o dolores menstruales

Adiós a los dolores de espalda: descubre la manta eléctrica superventas

Adiós a los dolores de espalda: descubre la manta eléctrica superventas / FREEPIK

R. Gómez

La llegada de la primavera no se ha traducido especialmente en buen tiempo y calor. Lluvia, viento y un desplome de las temperaturas inesperado ha provocado que las mantas eléctricas vuelan a las listas de lo más deseado por los compradores.

Una solución para no tener que volver a encender la calefacción que también sirve para aliviar los dolores musculares propios del día a día: dolor de espalda por las largas jornadas en la oficina, lumbago...

El calor disminuye la rigidez de los músculos, ya que dilata los vasos sanguíneos aumentando el flujo de sangre en la zona con dolencia, y brindándole a los músculos el oxígeno y nutrientes necesarios para recuperar su flexibilidad.

Las almohadillas eléctricas ayudan con la tarea de aplicar calor en la zona, porque simplemente lo producen a partir de estar conectadas a la energía eléctrica. Una resistencia en su interior es la encargada de generar este calor. Es una manera simple y sencilla de tener un buen fisioterapeuta siempre a disposición cada vez que lo necesitemos.

Con las mantas eléctricas podemos tratar con ellas dolencias como artrosis, tendinitis, lumbalgias, ciáticas, dolores menstruales, reumatismos o calambres

¿Por qué son beneficiosas las mantas eléctricas?

Podremos tratar con ellas dolencias como artrosis, tendinitis, lumbalgias, ciáticas, dolores menstruales, reumatismos, calambres, etc. No deben entenderse como una cura, sino como un método que ayuda a aliviar el dolor durante la recuperación si es que esta existe.

Una mujer con dolor menstrual.

Una mujer con dolor menstrual. / EP

Son muy útiles frente a ciertas lesiones deportivas e incluso antes de los entrenamientos, puesto que ayudan a calentar los músculos y evitar espasmos. Si, por el contrario, no tenemos ninguna lesión, pero si las tan poco deseadas “agujetas”, el calor hace que la acumulación del ácido láctico (causante del dolor) disminuya.

También es cierto que, aunque no son los suficientes grandes como las mantas eléctricas, nos pueden servir para calentar ciertas zonas de la cama antes de irnos a dormir o colocarla entre la toalla que utilicemos luego del baño, sobre todo en invierno.

Letitwell: la manta eléctrica más vendida con 3.000 valoraciones

Esta manta eléctrica alcanza una temperatura agradable de forma rápida, y se adapta a diversas zonas del cuerpo, como el cuello, la espalda, el abdomen o las piernas. Tiene un tamaño de 30 x 60 centímetros con un cable de alimentación extralargo de 2,2 metros. Perfecta para utilizar en el sofá o en la cama.

Equipada con cuatro ajustes de temporizador, esta manta eléctrica permite un apagado automático programable entre 30 y 120 minutos. Esto no solo ahorra energía, sino que también previene el sobrecalentamiento, garantizando una experiencia segura y eficiente.

Y cuenta con seis configuraciones de temperatura ajustables a través del controlador, que van desde 40 ℃ hasta 60 ℃, que se pueden personalizar de acuerdo a las necesidades de cada momento.

El punto a favor de esta manta eléctrica es que se puede lavar en la lavadora. Y con más de 3.000 valoraciones en Amazon, es una de las preferidas por los usuarios, como Laura:

"Lo que me gusta es que no es rígida lo que permite colocarla cómodamente y te cubre todas las lumbares por ejemplo, al nivel 3 ya tienes buen calor y el temporizador muy cómodo para no estar pendiente de tener que apagarlo".

Otro usuario indica que "tiene buen tacto, buena calidad. Es verdad que comparado con la manta eléctrica que tenía desde hace 20 años, se nota que calienta algo menos. Sospecho que por los mecanismos de seguridad. Te la pones un poco más de tiempo y a correr. Mejor no salir ardiendo".