De Luis Aragonés a Luis Enrique, dos seleccionadores frente a la tormenta

No hay dos situaciones iguales en el mundo del fútbol, pero ciertos paralelismos ayudan a entender mejor en qué parámetros se muevem los jugadores, los entrenadores y los periodistas en un gran torneo internacional: lo que está ocurriendo con Luis Enrique en esta Eurocopa recuerda en buena medida a lo que ocurrió en 2008 con Luis Aragonés.

Un entrenador discutido por el núcleo central de la prensa de la selección, que suele coincidir con el del Real Madrid, unas decisiones políticamente incorrectas, unos modales no siempre exquisitos... pero también un grupo de jugadores absolutamente fieles a su entrenador, una idea de juego definida y una enorme capacidad para ir superando obstáculos a medida que avanza el torneo. 

En 2008, la historia de Luis Aragonés tuvo un final feliz porque España ganó la Eurocopa con brillantez. Pero sus inicios no fueron fáciles: España acabó primera en la fase de clasificación, pero hubo partidos, como los de Oviedo ante Letonia (2-0) en los que las críticas al equipo y al seleccionador fueron brutales. Las tornas empezaron a cambiar en el inolvidable partido de Aarhus, cuando España ganó 1-3, pero la selección desembarcó en su cuartel general de la localidad austriaca de Neustift envuelta en dudas y aún con la resaca del ‘no’ de Luis Aragonés a Raúl González, el capitán del Real Madrid. 

Raúl era indiscutible en la selección desde que debutó en octubre de 1996 de la mano de Javier Clemente. Participó en los Mundiales de Francia (1998), Corea-Japón (2002) y Alemania (2006) y en las Eurocopas de 2000 y de 2004, torneos en los que España no pasó de los cuartos de final.

Fue Aragonés quien prescindió de sus servicios como internacional, a pesar de que en la temporada previa a la Eurocopa (2007-08) había disputado 37 partidos y marcado 18 goles.

La ausencia de Raúl se convirtió en un asunto de Estado, a la altura de lo que ha sucedido con Sergio Ramos en esta Eurocopa: pese a todo, Aragonés se mantuvo fiel a su criterio y no cedió. El tiempo le acabó dando la razón.

Ya en el torneo de 2008, España también tuvu que superar momentos críticos, como el partido ante Suecia (gol de Villa en el último minuto) y sobre todo, la tanda de penaltis de los cuartos de final frente a Italia (en aquel torneo no hubo octavos de final). La semifinal ante Rusia fue más plácida (aunque los tres goles llegaron tras el descanso) y en la final, el gol de Fernando Torres fue suficiente para cantar victoria. 

Los jugadores mantearon a Aragonés, el gran ganador de aquel torneo. Quién sabe si los jugadores de la selección española harán lo propio con Luis Enrique el próximo 11 de julio en Wembley si España logra coronarse campeona de Europa de selecciones.