Carreño vuelve a cruzarse con Djokovic tras el episodio de Nueva York

Carreño celebra un punto ante Altmaier

Carreño celebra un punto ante Altmaier / EFE

Cristina Moreno

Pablo Carreño, el parón por coronavirus no le ha venido nada mal. Después de llegar de forma brillante a las semifinales del US Open, el asturiano camina con paso firme en Roland Garros. Ya está en cuartos, por segunda vez en su carrera, tras eliminar a Daniel Altmaier por 6-2, 7-5, 6-2.

El duelo arrancó con contratiempos y es que la lluvia retrasó el inicio de un partido que debía jugarse en la Suzanne Lenglen, una pista que no tiene cubierta. La decisión de la organización pasó por enviar a Carreño y Altmaier a la Philippe Chatrier y retrasar hasta mañana el duelo femenino entre Jabeur Collins.

Con contundencia arrancó el asturiano el primer set que se llevó por 6-2.  Pero no se dejó amilanar Altmaier, una de las revelaciones del torneo, que puso la directa y llegó a tener una ventaja de 2-5. Fue clave el servicio con 3-5 cuando sacaba para ganar. Dos dobles faltas y dos errores no forzados en la red lastraron el juego del alemán que incluso llegó a reventar una raqueta. Con paciencia, cabeza y sabiendo gestionar los puntos, Carreño consiguió la gesta y cerró el parcial con 7-5.

Antes de arrancar el tercer set, después de poco más de una hora y media de juego, Pablo tuvo que ser atendido por el médico encendiendo todas las alarmas. Una situación que se saldó con unas bebidas que le permitieron seguir jugando. Pese a los inconvenientes, consiguió arrancar el set con un break. Pese a las molestias físicas consiguió ponerse con 3-0 el de Gijón para encarrilar el duelo. Volvió a presentar su versión del primer set, rocoso, serio para batir a un rival que pecó de inexperiencia. Aunque aún tuvo un resquicio de vida Altmaier cuando Carreño dejó perder hasta tres bolas de break con el 4-0. Un espejismo, aunque tuvo que levantar una bola de break en el juego final para pisar los cuartos de final. Dos horas y veinte y trabajo hecho.

El destino le vuelve a poner en el camino de Djokovic contra el que se medirá en los cuartos de final tras el episodio de la expulsión de Nole en el Abierto estadounidense. Cuidado que el serbio llega con ganas de revancha.