El Real Madrid es un equipo de andar por casa

El Real Madrid tiene una asignatura pendiente todavía. Ni siquiera la llegada del francés Zinedine Zidane al banquillo del Santiago Bernabéu ha cambiado la dinámica negativa del equipo madridista en campo contrario. Su balance hasta ahora está muy lejos de lo que puede exigírsele a un conjunto que aspira a ganar el título de Liga. Su última goleada ante el Espanyol (6-0) no ha hecho más que incrementar la sensación de que el Real Madrid es un equipo de andar por casa, que sólo sabe jugar al amparo de su afición.

Desde que arrancó la temporada, el equipo madridista sólo ha conseguido cuatro victorias en campo contrario (Espanyol, Athletic de Bilbao, Celta y Eibar), mientras que acumula cuatro empates (Sporting de Gijón, Atlético de Madrid, Valencia y Betis) y dos derrotas (Sevilla y Villarreal). Rafa Benítez no supo convertir al Real Madrid en un equipo efectivo lejos del Bernabéu y de momento Zidane tampoco ha logrado dar con la tecla, tal y como se comprobó en su estreno liguero en campo contrario (1-1 ante el Betis).

Mientras el Madrid se ha mostrado fiable frente a los rivales teóricamente asequibles que han visitado el Bernabéu (sólo ha perdido contra el Barcelona y ha empatado ante el Málaga), en campo rival ha pinchado una y otra vez desde que el pasado 29 de noviembre consiguiera su último triunfo en terreno del Eibar. Consecutivamente ha perdido en el Madrigal y ha empatado en Mestalla (ese resultado precipitó el cese de Benítez) y en el Benito Villamarín. Su balance en los últimos cinco encuentros que ha jugado lejos del Bernabéu es de un equipo de la zona baja de la tabla (una victoria, dos empates y sendas derrotas). Zidane tiene mucho trabajo por delante. El próximo fin de semana el Real Madrid viaja a Granada con la obligación de frenar la sangría de puntos en campo contrario si quiere seguir en la carrera por la Liga.