Una Liga manchada para el Real Madrid

Los blancos suman cuatro títulos en quince años, un pobre balance que había que rectificar

Como ocurrió con la Liga de la pandemia o la 16-17, las ayudas arbitrales han vuelto a ser decisivas

El sospechoso balance de Soto Grado con el Barça

Ancelotti asegura que "no he encontrado ningún aficionado nuestro triste"

Carlo Ancelotti, en la rueda de prensa previa al partido ante el FC Barcelona / Twitter

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Los grandes entrenadores aseguran que el título que más les satisface ganar es el de Liga porque, al contrario de lo que ocurre en otros torneos, es necesaria una regularidad competititva para acabar primero. Se trata de una carrera de fondo en la que, normalmente, acaba ganando el mejor. Por esa razón el Real Madrid solo ha conquistado cuatro campeonatos de la regularidad en los últimos quince años, algo que había que solucionar y que, de hecho, se está solucionando porque, con la que acabará ganando esta temporada, serán tres en el último lustro.

Curiosamente, desde que el VAR entró en escena las cosas están yendo mucho mejor para los blancos. Esta Liga se parece mucho a la 19-20, cuando, tras pararse el torneo por la pandemia, se reanudó sin público y el tramo final fue un esperpento arbitral que siempre cayó del mismo lado, el del Real Madrid, que fue capaz, gracias a las intervenciones constantes del vídeoarbitraje, superar en la clasificación al Barça.

En esta ocasión, sin embargo, no ha habido necesidad de remontada porque, desde el inicio, los arbitrajes directos o indirectos han favorecido a los de Ancelotti. Tan lejos, y tan cerca a la vez, queda el penalti no señalado a Araujo en Getafe por unas manos inexistentes de Gavi, o el gol anulado en Granada a Joao Félix por un fuera de juego inventado de Ferran Torres, o el penalti de Tchouameni a Araujo en el clásico de la primera vuelta en Montjuïc. Lo del clásico del Bernabéu es tan reciente que sobra recordarlo.

Los jugadores del Barça protestan a Soto Grado tras el penalti señalado por el árbitro

Los jugadores del Barça protestan a Soto Grado tras el penalti señalado por el árbitro / Valentí Enrich

Son solo cuatro ejemplos de decisiones que no han permitido al Barça luchar por un título que habría significado el segundo consecutivo en una de las peores épocas a nivel económico y deportivo de los últimos años. Demasiado duro para el madridismo sociológico permitir algo así. Tocaba moverse y lo han hecho bien. Incluso de forma indirecta, como cuando, antes de jugar en Chamartín, el Girona vio cómo dejaban su plantilla en cuadro ante la Real Sociedad para enfrentarse al Real Madrid en inferioridad de condiciones. Que le pregunten al Almería lo ocurrido en Madrid.

La Liga 2023-2024 será siempre recordada como una de esas en las que las decisiones arbitrales han vuelto a ser clave para que los blancos pongan freno a la recuperación deportiva del Barça. ¡Así, así, así gana el Madrid!