Julen Lopetegui, en la picota

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Julen Lopetegui atraviesa un momento muy delicado en el banquillo del Santiago Bernabéu. Tras el tropiezo en Moscú frente al CSKA (1-0), el madridismo ya le ha apuntado la matrícula y mantiene en cuarentena al técnico madridista.

Julen dilapidó buena parte de su crédito el pasado verano cuando aceptó la oferta de Florentino Pérez en vísperas del debut de España en el Mundial de Rusia 2018. Sacrificó su puesto como seleccionador para ver cumplido su sueño, entrenar al Real Madrid. Apenas cuatro meses después Lopetegui, de un compromiso madridista innegable, sufre al ver que su proyecto no acaba de arrancar y que ya resuenan voces que lo cuestionan, entre la afición y la crítica.

¿Quiere cambiar el estilo?

Hay un sector del madridismo que considera que Lopetegui intenta cambiar el estilo de juego del Real Madrid para imponer sus ideas. Aunque en la última etapa de Zinedine Zidane el conjunto merengue ha tenido una mejora relación con el balón y el juego de posesión, los éxitos del equipo llegaron casi siempre gracias al juego directo y perpendicular.

Son muchos los que se olvidan de que el delantero que mejor interpretaba ese fútbol Cristiano Ronaldo, ya no está en la plantilla, como se encargó de recordar Keylor Navas en Moscú. La percepción es que Lopetegui quiere implantar un juego de toque con apoyos atrás para asegurar la posesión.

El apoyo de la plantilla

Aunque los éxitos de Zidane se atribuyeron tantas veces a su 'flor', su buena suerte, más que a su capacidad táctica -algo similar a la opinión sobre el 'alineador' Ancelotti- los sectores críticos con Lopetegui ponen en valor ahora aquel fútbol en comparación con el que está ejecutando el Real Madrid actual.

Por el momento, la plantilla apoya al entrenador porque asume sus errores en este inicio de temporada y que muchos de ellos no están en su mejor momento. Pero las decisiones de Julen no están siendo efectivas ni hacen reaccionar al equipo, y algunos de los damnificados ya han manifestado su malestar.

Las estadísticas son claras: en cuatro de sus diez partidos el Real Madrid ha encajado goles en los primeros minutos por una evidente falta de concentración; goles que penalizan el juego al tener que ir a remolque.

La 'tormenta perfecta'

Esta fragilidad defensiva se combina para la 'tormenta perfecta' con la sequía goleadora: los tres partidos que lleva el Madrid sin ver puerta no son una casualidad -vuelve a resonar el nombre de Cristiano Ronaldo- pues en la última década solo sucedió con Fabio Capello... y todo el mundo sabe el estilo de juego que implantó el italiano.

La guinda es la falta de oportunidades para los secundarios, como Mariano, cuando los presuntos titulares demuestran estar cansados o que no están en un buen momento de juego. Lopetegui se resiste solucionar la situación apostando una y otra vez por ellos.