Emery se hizo pequeño ante Zidane

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Fue Zinedine Zidane quien apostó por Isco en lugar de Bale para nutrir su centro del campo con un 4-4-2 de libro. Fue Unai Emery quien salió con todo y una delantera formada por Neymar, Cavani y Mbapé. Pero el fútbol no se juega en una pizarra, sino sobre el césped. Y ahí, cuando cada decisión cuenta, el técnico del PSG se hizo pequeño ante su colega y, de paso, ante el Santiago Bernabéu.

Una vez más, el PSG, que empezó gigante, se acobardó en un gran escenario, en gran medida, por culpa de quien dirige los hilos desde la banda. Porque más allá de la primera mitad, en la que sus futbolistas perdonaron a un conjunto blanco contra las cuerdas, la segunda parte sirvió para entregar la victoria al Real Madrid.

Meunier, un lateral, entró antes que Bale, un delantero. Dos minutos antes. El defensa del PSG, además, sustituyó a Cavani, el hombre más peligroso de su equipo, obsesionado Neymar con firmar la jugada del siglo y bloqueado Mbapé con el paso de los minutos. Emery quiso resistir a la pegada blanca poniendo a un defensa. Zidane lo entendió a la primera y, al contrario que en otras ocasiones, fue a por todo, notando la debilidad de quien tenía al lado. Bale entró por Benzema, pero ganó peso el ataque madridista porque Karim tampoco había aportado nada.

Fue el primer movimiento ganador de ‘Zizou’, pero no el último. El técnico francés hizo un doble cambio que fue un mensaje contundente a su equipo y a la afición. Asensio y Lucas, dos jugadores de banda, dentro. Se marcharon Isco y Casemiro. Los dos goles que dieron la vuelta al marcador salieron de un centro de Marco Asensio. En el primero falló Areola y en el segundo definió bien Marcelo.

Emery habló de los árbitros tras el partido y evitó hacer autocrítica. Centró su análisis en las decisiones del colegiado, la peor manera de entender lo que pasó en el Bernabéu en un partido en el que Unai demostró que los molinos son gigantes y que este tipo de partidos le van demasiado grandes.