Ceballos evita a última hora un nuevo tropiezo

Francesc J. Gimeno

Francesc J. Gimeno

El Real Madrid puso fin a la mala racha que le perseguía en la Liga desde que había empezado el año gracias a un gol a última hora de Dani Ceballos que llegó precedido de dos regalos consecutivos de Joaquín, que entregó un balón que dio origen a una falta a Casemiro al borde del área, y de Pau López, que no estuvo precisamente muy listo a la hora de interceptar el disparo del ex bético a balón parado.

Los blancos lo habían pasado mal durante el segundo tiempo, pese a que se habían adelantado con un gol de Modric (13'), después de que el Betis lograse igualar el marcador en el 68' con un tanto de Canales que tardó en subir al marcador hasta que el VAR dictaminó que no existía fuera de juego. 

El agónico triunfo no escondió las evidentes debilidades del Real Madrid, que quedaron de relieve de salida con la alineación de Solari. El hispano-argentino se sacó la careta y demostró que su libreto ideal se acerca más al de un técnico de equipo pequeño que no al de un grande como el Real Madrid. La plaga de lesiones fue la coartada perfecta para apostar por un esquema con tres centrales y dos carrileros, en vez de por el talento de un jugador como Isco, al que tras lo visto en esta ocasión -ya ya van...- no le quedará más remedio que seguir en el ostracismo mientras Solari sea el dueño del banquillo del Santiago Bernabéu.

sin balón

El equipo blanco renunció sin ningún sonrojo al balón y se dedicó a buscarle las cosquillas al Betis al contragolpe. La receta de Solari, hay que admitirlo, funcionó a las mil maravillas durante la primera mitad. El camino se abrió con un golazo de Modric desde la frontal (13') en la primera llegada de los madridistas aprovechando un rechace de la defensa local. A partir de ese momento, el conjunto de Quique Setién sufrió de lo lindo para frenar los contragolpes de su rival.

El Real Madrid dispuso de ocasiones suficientes para aumentar su ventaja, pero le faltó acierto en los metros finales. Jugadores como Vinicius y Valverde, que dispusieron de varias contras, demostraron que aún están verdes. El brasileño desperdició un par de llegadas y mucho peor le fue al uruguayo, que en una veloz contragolpe se plantó solo ante Pau López, pero se entretuvo demasiado y dejó que Barragán le rebañara el balón en el último instante.

El Betis estaba sufriendo de lo lindo, pese a ser el amo y señor del balón. Los verdiblancos apenas inquietaron a Keylor Navas, que vivió una cómoda primera mitad. El primer disparo del Betis, a cargo de Lo Celso, llegó en el 26' y se marchó fuera sin demasiado peligro. A partir de ese momento, los locales apretaron los dientes un poco, pero lo suyo fue un recital de impotencia. El Real Madrid, bien parapetado atrás con cinco defensas, no sufrió para mantener su ventaja.

reacción local

El panorama cambió tras el descanso. El Betis salió con mucha más ambición y el Madrid se la dejó en el vestuario -también se quedó Benzema, lesionado-. Los blancos especularon descaradamente con el resultado y poco a poco el Betis fue acercándose cada vez más al área de Keylor. La jugada le salió mal a Solari. Los blancos acabaron encerrados en su campo ante el acoso local. Al principio los béticos no encontraron la forma de hacer daño, pero tanto reculó el Madrid, que al final llegó el empate. El 1-1 llegó con incertidumbre, puesto que el colegiado tardó en dar validez al gol de Canales, aunque al final el VAR estableció que el centrocampista cántabro no estaba en fuera de juego.

Con el 1-1, a Solari no le quedó más remedio que cambiar su plan y recurrir al talento dando entrada a Dani Ceballos y Brahim, y la jugada le salió bien. El 1-2 de Ceballos al transformar un libre directo en el 88' fue celebrado con euforia en el banquillo visitante. La victoria en el Benito Villamarín rompía la dinámica negativa en la Liga desde que el equipo blanco había conquistado el Mundial de Clubes (empate ante el Villarreal y derrota ante la Real Sociedad).