El 1x1 del Real Madrid ante el Atlético

Valverde se autoexpulsó para evitar el gol del Atlético

Fede Valverde derribó a Morata para evitar que disparara a portería y le valió la roja directa / Movistar

Alba López

El Real Madrid se ha proclamado campeón de la Supercopa de España por undécima vez al imponerse al Atlético de Madrid en la tanda de penaltis (4-1) tras acabar el encuentro y la prórroga con empate a cero.

Por el cuadro de Zinedine Zidane marcaron en la tanda definitiva CarvajalRodrygoModric Ramos, y por el Atlético fallaron Saúl (al palo) y Thomas (paró Thibaut Courtois) y anotó Trippier.

Ninguno de los dos equipos aprovechó alguna de sus pocas ocasiones durante el encuentro, al que el Real Madrid llegó en inferioridad numérica por expulsión del uruguayo Fede Valverde en el minuto 115.

Estas fueron las notas del partido para los jugadores blancos:

Portero

Courtois (8): El belga resolvió con acierto la poca faena que tuvo al principio y la mucha que tuvo en la prórroga, cuando el Atlético más le exigió. En el juego aéreo, además, respondió a la perfección. Va a más con el paso de los partidos tras un arranque de temporada muy irregular. Ya nadie en la Casa Blanca se acuerda de Keylor Navas. Absolutamente decisivo en la tanda de penaltis.

Defensas

Carvajal (7): Se prodigó más en ataque que en las semifinales ante el Valencia y en defensa tuvo controlado a Joao Félix en la medida de lo posible. Vuelve a recordar al estupendo lateral derecho que fue hace un par de temporadas.

Varane (6): El más acertado de la defensa blanca. Nunca perdió de vista a su par y estuvo atento para caer a la derecha y echar una mano a Carvajal cuando las circunstancias lo requirieron.

Sergio Ramos (6): Cometió un error garrafal en la salida de balón que pudo desembocar en un tanto de Joao Félix, pero se fue entonando con el paso de los minutos hasta acabar convertido una noche más en el líder de la zaga merengue.

Mendy (7): Volvió a exhibir pulmones con sus innumerables llegadas al área por su carril. Carece, sin embargo, de la calidad de Marcelo para desequilibrar los partidos en campo rival. Atrás secó a cualquier jugador colchonero que cayó por su lado.

Centrocampistas

Casemiro (6): El mismo coche escoba de siempre. El brasileño lo barrió absolutamente todo y ejerció de válvula de escape del equipo cuando Modric y Kroos se vieron presionados en la salida de balón. Imprescindible. No tiene sustituto.

Modric (7): Dinámico en la primera parte y desaparecido en la segunda. Cada año que cumple le sigue pesando como una losa. A pesar de todo, dejó detallitos como algún control orientado a la altura de los elegidos.

Kroos (5): Muy apagado. Apenas entró en contacto con el balón. Simeone le puso encima un perro de presa como Herrera y lo acusó el alemán, que solo pudo lucir el guante que tiene en su pierna derecha en alguna acción aislada a balón parado. 

Valverde (7): Zidane lo colocó en banda derecha y ahí se perdió un poco. Aun así, sigue siendo trascendente e indispensable dentro de la sala de máquinas merengue. Falló una oportunidad clarísima en boca de gol tras eel descanso.

Isco (4): Se mostró mucho menos participativo que en los últimos encuentros. Sin influencia alguna en el juego de su equipo, terminó sustituido por Rodrygo al cuarto de hora de la segunda parte.

Delantero

Jovic (3): Continúa negado de cara al gol y lo que es peor, empieza a mostrar falta de actitud. Perdonó un gol cantado y estuvo lento en todos sus movimientos. Si Benzema no regresa pronto el Real Madrid puede tener un problema ahí. El serbio es una escopeta de feria en el remate.

Sustituciones

Rodrygo (6): Saltó al campo por Isco y no paró de ofrecerse. Le falto descaro, sin embargo, para buscar la portería colchonera. Necesita recuperar el instinto de 'killer' que demostró en el Santos. Su tanto en la tanda de penaltis fue para enmarcar. 

Mariano (6): Siempre que disfruta de minutos le pone ganas. Se deja la piel sobre el campo, pero sólo con eso no le alcanza para jugar más. 

Vinicius (s.c.): Su presencia fue testimonial. Necesita recuperar la confianza que perdió cuando empezó a fallar todas las ocasiones claras que ha desperdiciado desde que llegó a la capital.