Mata y el Manchester United miran a Wembley

Mata fue gran protagonista del partido contra el Hull

Mata fue gran protagonista del partido contra el Hull / AFP

Pol Ballús

Triunfo del United en el primer asalto de las semifinales de EFL Cup. Los de Mourinho superaron al Hull City con un 2-0 que les deja con un pie en la final. Mata y Fellaini pusieron los goles en el segundo tiempo, y el United de Mou encadena racha de 15 partidos sin perder.

La ausencia de Ibrahimovic, baja de última hora por enfermedad, la compensó la titularidad de Wayne Rooney. Con el capitán de inicio, Old Trafford destilaba expectativas en cada balón que tocaba un jugador al que le resta un gol para ser máximo goleador en solitario de la historia del club. Más allá del latente récord, los hombres de Mourinho siguieron dando muestras de su buen momento en un partido que dominaron claramente.

Nadie escondió sus cartas en sobre el césped. El nuevo técnico del Hull, Marco Silva, dispuso un equipo asentado en su propio campo y sin miedo de defender atrás, a la espera del contragolpe. Un riesgo elevado ante un United en buena forma, que se encomendó a la técnica Mata y la lectura del juego Ander Herrera para hacer fluir el ataque. El propio Mata, Pogba, Mkhitaryan o Valencia dispusieron de llegadas suficientes para dar ventaja a los ‘red devils’. La ausencia de goles efectividad dio argumentos a los visitantes, que con el paso de los minutos ganaron comodidad en el terreno de juego.

Mata desatascó el partido

Los de Manchester no se planteaban salir del sin un resultado positivo, así que arrancaron el segundo tiempo de nuevo con fuerza. Rooney tuvo su última ocasión antes de ser sustituido, y ovacionado por su afición, pero el desatascador definitivo fue Juan Mata. Pogba abrió en banda para Valencia, y el lateral trazó un buen centro para Mkhitaryan. El armenio remató cruzado, y entre los centrales apareció Mata para empujar el balón a gol.

Con ventaja en el marcador, Mourinho hizo cambios en el partido pensando en el próximo fin de semana, mientras buscaba afianzar su ventaja. Pogba estuvo cerca con un disparo de falta que solo la cruceta evitó que se convirtiera en gol. Quien lo convirtió fue Fellaini, que encarriló la eliminatoria con un segundo gol de cabeza antes del final. El belga remató a gol un centro de Darmian, y lo celebró simbólicamente yendo a abrazar a Mourinho, su gran valedor esta campaña.

Doce victorias y tres empates es el registro en los últimos partidos de un Manchester United en forma que, en dos semanas, deberá certificar en Hull el pase a la primera final de la temporada.