El Liverpool logra su victoria más negra

Klopp: "Ahora siento algo de decepción"

Klopp: "Ahora siento algo de decepción" / Perform

Albert Gracia

El Liverpool hizo los deberes. No se le puede reprochar nada a un equipo que ha perdido la Premier League haciendo 97 puntos. Una auténtica burrada. Aun así, ha habido  un equipo mejor y a los 'reds' tan solo les queda dar la mano. El cuadro de Klopp se ilusionó en los primeros instantes del partido con el tanto de Mané pero las noticias en el Falmer Stadium dilapidaron cualquier esperanza. Le tocará esperar al Liverpool para sellar un título liguero que merece.

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Premier League

2
0
Alineaciones
Liverpool
Alisson; Alexander-Arnold, Matip, Van Dijk, Robertson (Gomez, 84'); Henderson, Fabinho, Wijnaldum (Oxlade-Chamberlain, 88'); Salah, Origi (Milner, 64'), Mané.
Wolverhampton
Patricio; Bennett, Coady, Boly; Doherty (Traoré, 81'), Dendoncker, Neves, Moutinho (Gibbs-White, 84'), Jonny (Vinagre, 84'); Raúl Jiménez y Jota.

El cuadro de Klopp salió a por todas en busca del milagro. Los discípulos 'reds' tuvieron el monopolio absoluto de la posesión ante un Wolverhampton que no dio excesivos síntomas de poder sacar algo positivo de Anfield. Aun así, el Liverpool pecó de falta de pagada. Sí. Este Liverpool tan temible arriba le cuesta sacar algunos partidos. Los del Merseyside fueron tremendamente superiores pero les costó y mucho poner en aprietos a Rui Patricio. 

También hay que decir que atacar una defensa encerrada en su área no es un asunto fácil. Aun así, les bastó con un centro medido de Alexander-Arnold y un remate a placer de Mané. Con el 1-0 en Anfield y el 1-0 en el Falmer Stadium, el Liverpool era campeón de la Premier. La afición 'red' estaba más pendiente de lo que pasaba con el City que de su propio equipo. Normal. Casi se festejó más el tanto de Murray que el de Mané. Aunque la alegría no duró demasiado. Y es que Agüero no tardó en volver a empatar el partido y Laporte en poner por delante a los 'citizens'. Asimismo, Doherty tuvo para hacer el empate en Anfield con un remate a la cruceta. El Liverpool se iba al descanso con un sabor agridulce. 

En la reanudación, las noticias del City eran cada vez más contundentes y el Liverpool se dejó ir claramente. No había la necesidad de mantener el pie puesto en el acelerador puesto que el cuadro de Guardiola ya no iba a fallar. Era imposible. Así, los discípulos de Klopp no chutaron a puerta hasta el último cuarto de hora de partido, cuando Mané cerró el encuentro con el definitivo 2-0. Van Dijk aún tuvo tiempo de poner el 3-0 de cabeza pero se estrelló con el larguero. El Liverpool volvió a ganar pero saboreó una de las victorias más tristes de los últimos años. El título cayó en Manchester.