Mourinho agota su crédito

Hay que tirar de hemeroteca para recordar el último éxito de José Mourinho como entrenador. El de Setúbal volvió a mostrar su vena más ‘macarra’ en el encuentro del pasado martes ante la Juventus en Old Trafford.

Más pendiente de los seguidores ‘bianconeri’ que del desastre que fue su equipo, especialmente en el primer periodo, Mou gesticuló contra la grada turinesa, alzando sus ya tres celebérrimos dedos. En su posterior comparecencia ante los medios volvió a tirar balones fuera sin analizar lo más mínimo el paupérrimo juego de los ‘red devils’, centrándose en anécdotas como su periplo a pie hasta el ‘Teatro de los Sueños’ o los encendidos elogios que regaló a los centrales juventinos Bonucci y Chiellini. 

También recordó la ausencia de Marouane Fellaini, un jugador que se adapta a las mil maravillas al vetusto libreto del portugués. Mourinho no realizó ningún cambio frente a la ‘Juve’ porque no veía revulsivos en el banquillo.

Las voces contrarias a la labor del técnico se multiplican con el paso de las horas. La afición del United está hasta el gorro de sus salidas de tono y los propietarios mancunianos empiezan a valorar un posible relevo. Incluso una leyenda de los mancunianos como lo es el excapitán Rio Ferdinand  no se corta un pelo y critica públicamente la labor del míster de Setúbal. “La Juventus ha jugado como en su propio campo, los jugadores del United ni les han presionado. Es un equipo sin cohesión, sin ideas, no saben a qué juegan”, decía el otrora central desde su púlpito como comentarista.

¿Piensa en blanco?

En las últimas semanas se han disparado los rumores en torno a un más que posible regreso del luso a Chamartín. La situación de Julen Lopetegui, en la picota por los resultados, ha alimentado todo tipo de pábulo, al cuál más inverosímil. Desde Inglaterra especulan que el bueno de Mourinho podría estar forzando la situación para regresar al banquillo del Santiago Bernabéu. 

Sea o no cierto, la verdad es que una parte de la afición merengue le recibiría con los brazos abiertos. Quien sabe si Florentino Pérez está por la labor. La carambola Manchester-Madrid resulta rocambolesca, pero en el mundo del fútbol nunca se puede decir no. Menos con Mourinho.