Gabriel Jesus y David Silva reencuentran al City

Silva sentenció con el segundo gol

Silva sentenció con el segundo gol / AFP

Pol Ballús

El Manchester City volvió al pasado, y esta fue la mejor noticia para ellos. Los de Guardiola doblegaron al Crystal Palace (0-2) con su solvencia habitual durante las últimas campañas. Solventaron con dos goles en tres minutos, al borde del descanso, obra de Gabriel Jesus y David Silva.

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Premier League

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Alineaciones
Crystal Palace
Henessey; Ward, Tomkins (Dann, M.86), Cahill, Van Aanholt; McArthur, Milivojevic (Benteke, M.76), Kouyaté, Schlupp (Townsend, M.56); Zaha, Ayew.
Manchester City
Ederson; Cancelo, Rodri, Fernandinho, Mendy; Gundogan, De Bruyne (Foden, M.90), David Silva (Stones, M.80); Bernardo, Gabriel Jesus, Sterling.

Al Manchester City le sienta bien Londres: en las últimas 11 visitas han ganado en once ocasiones. Y esto que la alineación de Guardiola llevaba más sorpresas de las esperadas. Para empezar la de Gabriel Jesus. Pep sentó a Agüero tras dos flojos partidos, donde el Kun no marcó, y el brasileño lo aprovecho marcando su gol número 50 con la camiseta del Manchester City.

Lo que más impactó, sin embargo, fue la defensa. Fueron baja por sorpresa Otamendi, Walker y Zinchenko. Guardiola improvisó con Rodri como central junto a Fernandinho, Cancelo en la derecha y Mendy en el carril zurdo, volviendo antes de sus molestias musculares. La realidad es que el experimento apenas afectó: los citizens terminaron el primer tiempo sin encajar un solo tiro a puerta, y con el partido muy encarrilado. Culpa de ello fue también de Kevin De Bruyne, que volvió tras lesión como si no hubiera pasado molestia muscular por su cuerpo.

Antes del primer gol, el meta Henessey salvó múltiples ocasiones claras del City: centros bombeados de Bernardo Silva que se colaban a gol, y tiros de Gündogan, David Silva o el propio Gabriel. El dominio del City en Selhurst Park era claro, pero no se evidenció hasta el borde del descanso.

Caracoleando en el carril derecho, Bernardo Silva se sacó un centro medido que Gabriel peinó a puerta. Impactó en el poste antes de entrar, dejando vendido al portero local y deshaciendo la resistencia de un Crystal Palace que quedó aturdido, y lo pagó caro. Porqué no pasaron ni cinco minutos que los de Guardiola golpearon de nuevo. Esta vez en una contra criminal, que dirigió De Bruyne. El belga galopó medio campo y acabó cediendo para Sterling, que aguantó unos segundos antes de bombear al balón al área para la llegada de David Silva. El pase fue un caramelo para el canario, que tuvo tiempo de ojear el balón, tomarse un café con sacarina, y empalar el esférico a la red. Silva, un seguro, acabó como hombre del partido. Se levantó Pep en la banda, consciente que aquello era un golpe muy duro.

Tan duro que el pistón del partido bajó en la segunda mitad. Siguió controlando el City, que con menos dominio en campo rival falló suficientes ocasiones como para matar el choque. La más clara a los pies de Gabriel Jesus, que solo ante el meta rival escogió no regalar el gol a De Bruyne, desmarcado, y su tiro lo tapó Henessey.

Al Crystal Palace incluso le llegó algún momento para meterse en el partido, básicamente a balón parado: un cabezazo de Benteke a la salida de un córner fue el mejor intento local, que salvó Ederson con una mano brillante. A falta de que el Liverpool de Klopp afronte en gran derbi de Inglaterra en Old Trafford, los de Guardiola duermen a cinco puntos del líder.