El Liverpool se queda sin cuadruplete

Los de Klopp hicieron su trabajo, pero no les alcanzó

Salah, tocado, entró para definir el partido

Salah, autor del gol del triunfo 'red'

Salah, otro quebradero de cabeza para Klopp / EFE

Sebastián Vargas Rozo

No pudo ser para el Liverpool. El sueño de ser campeón de Premier League se esfumó a pesar de haber ganado al Wolverhampton en Anfield por 3-1, todo culpa de la también victoria del Manchester City, que se terminó llevando la corona de la Premier League y birlándole el potencial cuadruplete a los 'scousers'.

liverpool-wolverhampton 21/22

Premier League

3
1
Alineaciones
Liverpool
Alisson; Alexander-Arnold, Matip, Konaté, Robertson; Keita (Firmino, 70'), Henderson, Thiago (Milner, 46'); Diogo Jota (Salah, 58'), Mané, Díaz.
Wolves
José Sá (Ruddy, 46'); Boly, Coady, Gomes; Jonny, Dendoncker (Trincao, 90'), Neves, Moutinho, Ait Nouri; Neto (Hee-Chan, 28'), Jiménez.

Afrontaba el equipo 'red' el partido decisivo con dos bajas más que sensibles. "No vamos a tomar riesgos", dijo Klopp sobre la presencia de Van Dijk y Salah en este partido de cara a lo que será su final de Champions la próxima semana. Aunque ambos, decisión del alemán, entraron en la convocatoria y comenzaron el partido en el banquillo.

Aunque para golpes el que iban a recibir nada más salir al césped. Un saque largo de José Sá habilitó la carrera del mexicano Raúl Jiménez, que le ganó la espalda a Konaté y encontró la línea de fondo para enviarle la pelota a Pedro Neto y que el luso derrotara a Alisson a placer cuando aún no se jugaban ni 3' de partido. Agua helada para el cuerpo.

Aunque, a partir de allí, la insistencia 'red' fue total. Los de Klopp insistieron por activa y por pasiva ante la presión de su gente, sabiendo que en Manchester los de Guardiola estaban en problemas. Y encontraron el premio gracias a una genialidad de Thiago, que se inventó un taconazo para habilitar a Mané y que el senegalés definiera con pierna derecha.

No obstante, los 'scoursers' recibieron la mala noticia tras el descanso: el centrocampista español tuvo que marcharse lesionado. Preocupa bastante a Klopp y los suyos pensando en la cita del próximo sábado ante el Madrid.

La segunda parte mantuvo el guion de apretar a fondo el acelerador. El Liverpool sabía que el triunfo podía significar la gloria. Por eso Salah, que terminó saltando desde el banquillo, celebró a rabiar su 2-1, aunque minutos después supo que no servía para mucho. Tampoco el 3-1 de Robertson. El Manchester City terminó llevándose el botín.