Entrevista | Sílvia Vidal Alpinista

Sílvia Vidal: “No puedes planificar ir ‘allí’, si ni tan solo sabes que ‘allí’ existe”

La alpinista y escaladora Sílvia Vidal es conocida por sus aventuras y expediciones en solitario  

Sílvia Vidal durante su expedición en el Cerro Chileno Grande, en la Patagonia Chilena

Sílvia Vidal durante su expedición en el Cerro Chileno Grande, en la Patagonia Chilena / ©Sílvia Vidal

Tom Morgenstern

Sílvia Vidal lleva más de veinte años escalando los picos más altos del mundo. Siempre en solitario, esta alpinista catalana, ganadora del Piolet d’Or, vive sus aventuras de la forma más intensa y purista. No utiliza dispositivos electrónicos, va sin ayuda de helicópteros, sin partes meteorológicos y, en ocasiones, sin porteadores si el destino no ofrece la opción de contratar uno, como fue el caso de su expedición al Cerro Chileno Grande, en la Patagonia Chilena.  

¿Siempre has tenido esta relación tan purista con la montaña?  

Siempre la he entendido igual. Me gusta ir con el máximo de autonomía posible, incomunicada y sola, porque es cómo quiero vivir estas experiencias. No creo que haya una manera mejor que otra, ni me considero purista, básicamente hago las cosas de la forma más natural que pienso y siento, o así procuro que sea.   

¿De dónde nace esta mentalidad?  

De mi manera de entender el compromiso conmigo misma. De cómo quiero vivir esas experiencias extremas, de cómo quiero relacionarme con ese medio tan inhóspito y salvaje, con esa naturaleza tan poderosa.  

En tus expediciones no usas ni teléfono, ni GPS, ni radio. ¿Qué pasa si se complica la situación?  

Tendré que resolver cualquier situación que allí se presente, por mí misma. No disponer de teléfono tiene el riesgo añadido que no puedes contar con un rescate en caso de accidente. Las actividades que hago son arriesgadas y el ir incomunicada no facilitaría una situación crítica, pero asumo que es mi responsabilidad y que es la manera como he decidido ir. No veo la situación como “un puedo morir” (cosa que todos sabemos que puede pasarnos cualquier día), sino como “un voy a vivir algo increíble”. Son vivencias, que van más allá del “subidón” de haberlo logrado, pues permiten avanzar, aprender, mover cosas tuyas que no sabías ni que existían. ¡Un regalo de experiencias! 

Hace tres años, cuando abriste la vía ‘Sincronía Mágica’ en Chile, estuviste más de un mes sola, colgada de una pared a 1.200 metros ¿Cómo se vive una experiencia semejante?  

Hay días de todo. Días que no paras y días de mal tiempo en los que aburrirse. Momentos fáciles y difíciles, momentos donde todo fluye y momentos donde el miedo te bloquea. Mantener a raya ese miedo para que no pase a pánico, es importante. Con pánico no podemos resolver situaciones, con miedo sí, avanzando hacia él y tomando decisiones “in situ”, porque, aunque sean a base de ensayo-error, ves como éste va cambiando. Se vive también desde el silencio. Aunque hay sonidos (algún animal, río, glaciar, caída de piedras...), hay mucho silencio al que no estamos acostumbrados. A los pocos días de aislamiento empieza un diálogo interno, que a veces permite ver otras perspectivas, ideas, soluciones... que siempre son interesantes. 

¿Cómo preparas una expedición de este tipo?  

Tengo que buscar información del lugar, pues a veces voy a sitios que no están ni en internet o de los que hay muy poca información. Hay que planificar una logística (comida, días, material...) sobre hipótesis de metros de pared y kilómetros de aproximación. Todo ello genera mucha incertidumbre, pues la logística es clave para el éxito de la escalada. Es en esta fase cuando también tengo que gestionar miedos no reales, sobre todo lo que tu cabeza piensa que te podrá pasar. Durante la expedición habrá momentos donde éstos aparecerán, pero allí serán reales porque algo estará sucediendo, y, por tanto, será más fácil gestionarlos. Así que preparo una expedición con incertidumbres y temores, pero con la convicción de que voy a vivir algo bonito e importante para mí, que marcará un antes y un después. 

¿Cómo eliges tus destinos?

A veces tengo la sensación que no los elijo, sino que son ellos los que aparecen cuando es el momento de volver de expedición. No voy de expedición cada dos por tres, solo cuando siento que es el momento, y normalmente esto va precedido de una imagen, una pared, que alguien me envía o aparece de alguna manera y que me llama la atención.  

¿Cuál es tu próximo proyecto?  

No cuento mis proyectos porque tengo la necesidad de creer que puedo hacer o deshacer el proyecto en función de mis sensaciones o motivaciones, en cualquier momento. No quiero asumir más compromisos que los que asumo conmigo misma. Por eso me pago de mi bolsillo todas mis expediciones. Además, suelo ir a lugares poco o nada conocidos con lo que no puedo proyectar cuál será mi próximo proyecto, pues no puedes planificar ir “allí”, si ni tan solo sabes que “allí” existe. 

Más información sobre Sílvia Vidal en www.vidalsilvia.com