Opinión

Xavi y el periodismo Guardiolista

Xavi, en una imagen del partido de ayer en Montjuïc

Xavi, en una imagen del partido de ayer en Montjuïc / EFE

Como todo el mundo habla del tema un servidor también lo va a hacer. Tras clasificarse ante el Nápoles para los cuartos de final de la Liga de Campeones, Xavi Hernández sacó a relucir un artículo de Ramon Besa, periodista de El País, titulado ‘El Barça, bufón de Europa’, publicado el pasado 7 de noviembre tras la derrota del equipo azulgrana ante el Shaktar, en Hamburgo. No le gustó, se lo guardó y lo sacó a relucir cuando consideró oportuno, en este caso, el martes por la noche.

Y en su derecho está. Si los periodistas hablamos de su trabajo solo faltaria que él no pudiera hablar del nuestro. De hecho, ha sucedido toda la vida, incluso con los técnicos que ganaron la Copa de Europa para el club. Pasó con Cruyff, con Guardiola y con Luis Enrique. Y seguirá pasando.

Me van a permitir que les diga que Ramon Besa tiene una mente y una pluma privilegiadas y que es imposible entender la historia del F. C. Barcelona de los últimos 45 años sin sus crónicas. Para quien escribe, Besa es dios. Ahora bien, quizás para usted no lo sea y, por supuesto, su opinión vale igual que ésta. O la de Xavi, que considera que los profesionales que siguen el día a día del club deben hablar bien del Barça por imperativo emocional.

Quizás el problema haya sido nuestro, de los propios periodistas y de sus empresas, que a menudo han confundido el sentido de la profesión. Lamentablemente, se ejerce tanto periodismo con camiseta que se hace difícil convencer de la necesidad de una prensa crítica y libre que fiscalice y obligue a los afectados a dar su mejor versión.

Xavi Hernández considera que Besa y unos cuantos periodistas más -25, cuentan, entre los que me incluyen- ejercemos desde la mala fe por servilismo a Guardiola, o sea, que criticamos sin justicia porque deseamos su mal para que no pueda nunca igualar los registros de Pep. Terrible obsesión que lo aleja de alguien que podría ejercer como su maestro de manera muy natural.

Un día, a Johan Cruyff le preguntaron que si estaba enfadado porque Guardiola había superado su obra. “¿Cabreado? ¡No, agradecido! El cruyffismo, gracias a sus éxitos, sigue muy vivo”. A los cruyffistas desacomplejados nos encantaría el éxito de Xavi por razones obvias.

Permítanme discrepar con el entrenador del Barcelona: puede haber distintas interpretaciones pero mala leche, nunca. Se discute el juego del equipo porque se entiende que hay mucho por debatir. Y lo hacemos desde Barcelona -los periodistas de su entorno, incluidos- pero también los que están en España, en Europa y en el mundo entero. ¿Y saben lo que dicen y escriben? Exactamente lo mismo que los señalados como guardiolistas...

Se discute el juego del equipo porque se entiende que hay mucho por debatir.

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