Xavi es optimista con su 'nuevo' Barça

Xavi Hernández, entrenador del FC Barcelona

Xavi Hernández, entrenador del FC Barcelona / Valentí Enrich

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Arranca hoy el Barça 2022-23. Pero no el nuevo Barça. Porque falta mucho trabajo por hacer para llevar a cabo la imprescindible transformación de la plantilla. La pretemporada se inicia bajo mínimos. Sin ningún fichaje (el miércoles se presentará Kessié y el jueves, Christensen) y con todos los descartados todavía en el vestuario (aunque Neto, Lenglet, Umtiti, Mingueza y Riqui Puig tienen una semana más de permiso para resolver su futuro). Pero con la firme convicción de Laporta de poder ejecutar esa revolución tantas veces anunciada.

El presidente confía en activar la segunda palanca salvadora (400 millones de euros por el 15 por ciento de los derechos de televisión) en los próximos días. Y, a partir de ese momento, empezar a acometer las grandes operaciones de un mercado decisivo para el futuro del club blaugrana. Primero, Lewandowski. Y, después, Azpilicueta, Marcos Alonso, Bernardo Silva y Raphinha. Más un central que, difícilmente, será Koundé porque 200 millones (el dinero que Laporta pretende invertir) no dan para tanto. Habrá que priorizar. Aunque existe un alto grado de optimismo en la junta directiva que, ahora, también comparte Xavi.

El entrenador ha pasado sus vacaciones pegado al teléfono. En contacto directo con el presidente y con todos los posibles fichajes. En algunos momentos se ha sentido preocupado. Porque nada avanzaba. En las últimas horas, las sensaciones han cambiado. El técnico quiere ser positivo. Es positivo. Y está convencido de que el club cumplirá casi todas sus peticiones. Al menos, las imprescindibles para construir un equipo competitivo.

Queda casi un mes y medio para que se inicie la competición oficial. El Barça debuta en la Liga el 13 de agosto ante el Rayo. Mucho tiempo por delante para trabajar, tanto en los despachos como en el césped. Si Laporta consigue, finalmente, darle a Xavi los futbolistas que ha solicitado, el nivel de exigencia con el entrenador va a subir varios peldaños. Una cosa es gestionar una plantilla moribunda y otra muy diferente disponer de jugadores diferenciales en casi todas las posiciones del campo.

Xavi sabe que esta temporada el Barça debe ganar títulos. Con un año de transición basta. La paciencia de los socios y aficionados (también del entorno) culés ha sido gigantesca. Ha llegado el momento de responder con victorias. Y, sobre todo, con un proyecto ilusionante que permita recuperar el orgullo. Este es el gran reto al que se enfrenta el técnico a partir de hoy. Hay que desearle mucha suerte. La va a necesitar...