Wimbledon contra el paso del tiempo

Wimbledon Championships 2023 - Day 14

Wimbledon Championships 2023 - Day 14

Enric Jové

Enric Jové

 La semana pasada tuve la suerte de poder volver a visitar Wimbledon. Hacía más de una década que no pisaba el más antiguo de los Grands Slams. Carlos Costa, manager de Rafael Nadal, me facilitó las entradas en tribuna, debo agradecerle el detallazo públicamente.

El torneo más antiguo del circuito ATP y el más prestigioso de los Grands Slams es simplemente distinto, porque los ingleses desean serlo en casi todo lo que hacen.

Será, quizás, ese sentido del mundo insular que les hace sentirse que ellos son el continente y el resto del mundo son islas que están a su alrededor, muchas de las cuáles fueron sus colonias. Conducir con el volante a la derecha, pesar en libras o medir distancias y velocidades en millas siguen cambiando el mundo cuando llegas al Reino Unido. El Brexit les define muy bien.

En Wimbledon se viste y se juega al tenis de blanco, bien, este año han hecho por primera vez una excepción con las mujeres, podrán vestir ropa interior oscura si durante el torneo tienen el periodo. Sólo para evitar el estrés de las jugadoras han modificado una norma de 1875 que se había endurecido a finales del siglo pasado.

En el viaje en la District Line al torneo, el metro rebosa aficionados de tenis, indumentarias diversas y perfiles distintos. Desde los turistas deportivos, cazadores de grands slams del tenis, a los aficionados ingleses que con neveras de camping verán el tenis desde una colina, con una entrada de “ground pass”, que les permite sentarse en la hierba viendo los partidos desde una gran pantalla adosada en el exterior de la pista uno, nada más. Podrían hacer lo mismo en Hyde Park, pero lo hacen allí, tradición.

Esa pista, es la mayor y más moderna de todas, pero la final se jugará en la vetusta pista central. Allí es donde todo esta en contra del paso del tiempo y todo permanece igual. Esa es la demostración de la palabra “heritage” (herencia) es la principal regla que custodia todo en el torneo para que casi nada cambie y todo permanezca.

La entrada principal al privado “All England Lawn Tennis and Croquet Club” está custodiada por tres infantes del ejército (uno de tierra, otro de la marina y, un tercero, del aire) para evitar que nadie que no sea uno de los exclusivos 375 miembros intenten cruzar su puerta. En los accesos a pistas, también los cuerpos del imperio británico son los que controlan los vomitorios; cuestión de estado.

La hierba, sin duda, no es la superficie más lógica para demostrar quién es el mejor tenista, pero es la que los británicos utilizaban como superficie natural, por lógica geográfica y climatológica, cuando inventaban deportes (fútbol, rugby, criquet o croquet), y no la iban a repensar, ni tampoco la piensan variar ahora.

Pero si sales de esa lógica, la mezcla de elegancia y mucho glamour con un punto clásico, hace que sea el mejor torneo del circuito sin duda alguna.