Una gigantesca bola de nieve llamada 'Operación Neymar'

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Ernest Folch

Ernest Folch

Ernesto Valverde reconoció ayer en rueda de prensa que “el mercado se me está haciendo muy largo” y mostró su perplejidad ante un sistema que permite que se jueguen hasta tres partidos de Liga sin que las plantillas estén cerradas. Valverde tiene más razón que un santo.

Mientras que en la Premier ha imperado el sentido común y se ha conseguido armonizar el cierre de mercado con el inicio de la competición, en España sigue habiendo una distancia ingestionable entre las dos fechas clave. 

La cuestión es que la falta de racionalidad del sistema español (y de la gran mayoría de Ligas europeas) agrava todavía más el caos en el que se encuentra la confección de la plantilla blaugrana, que en estos momentos depende absolutamente del desenlace del ‘caso Neymar’.

BRUTAL EFECTO DOMINÓ

En estos momentos, Dembélé, Rakitic, Todibo y el propio Neymar son cuatro afectados directos, que en menos de 72 horas pueden salir, quedarse o entrar en el club blaugrana, con las afectaciones correspondientes que tendría cada uno de estos casos sobre el resto de componentes de la plantilla e incluso del Barça B.

En estos momentos, cualquier desenlace puede desencadenar un dominó endiablado para el entrenador, que ahora mismo no tiene ni la más mínima idea de cuáles son los jugadores con los que tendrá que lidiar el resto de la temporada.

La ‘Operación Neymar’ se ha convertido en una gigantesca bola de nieve, en la que ruedan pendiente abajo el Barça, el PSG y Neymar, pero que impactará, termine como termine, no solo sobre todos los implicados, sino también sobre un reguero de actores indirectos que de alguna manera se verán afectados: LaLiga, La Ligue 1, el Real Madrid por no haberlo fichado, la Juve porque tiene a Dybala, posible alternativa para el PSG, y de rebote, y por efecto dominó, casi toda la élite del fútbol europeo, que mira de reojo la operación como quien contempla la caída de un meteorito, únicamente pendientes de que la deflagración no les afecte al patio de su casa. 

Los que tienen prisa para abortar la ‘Operación Neymar’ la daban ayer por muerta, igual que la negaban cuando ya era una realidad. Quedan todavía tres días enteros con sus noches en los que puede pasar de todo.