Triunfo inapelable en un día complicado

No era fácil el partido del Barça ante el Getafe. Y lo cierto es que el conjunto de Ernesto Valverde supo sobreponerse a la adversidad del rival y, de forma muy especial, a la frialdad del ambiente del Camp Nou tras la debacle de la Champions.

El Barça fue de menos a más en el encuentro y lo cierto es que fue el dueño absoluto del balón. Con un Getafe de lo más replegado como ya era previsible de antemano, los azulgrana apostaron por un ataque posicional constante aunque sin ideas para habilitar espacios interiores ni capacidad para desbordar por banda. Una primera mitad en la que el meta David Soria apenas si tuvo que intervenir en acciones de mérito. Por contra, el Getafe sí ocasionó dos sustos importantes en el marco de Cillessen que hubieran agitado aún más la incertidumbre de los aficionados. Un primer tiempo con poca historia.

CAMBIO DE ESCENARIO

El descanso le sentó bien al equipo. De pronto el encuentro se abrió, los espacios aparecieron y, en consecuencia, el dominio del Barça se tradujo en las primeras opciones de gol. Se echó de menos un rematador nato, pero bien está el destacar la aportación de Abel Ruiz. Primeros minutos para el canterano que demostró más que no otros refuerzos incorporados para apuntalar el ataque.

Dos apuntes finales: en primer lugar destacar la actitud de los aficionados que se congregaron en el Camp Nou. El público estuvo a la altura, mostrando su desaprobación al inicio y luego arropando el equipo. Y, de cara al futuro, atención al posible ataque en la final de Copa frente al Valencia. A día de hoy, el equipo no dispone de Luis Suárez, tampoco de Dembélé y, visto lo de ayer, es seria duda Coutinho.