El título más trabajado y valioso

Un inicio espectacular por parte de los de Scariolo marcó de manera radical la gran final. La selección española se propuso anular a Scola con el fin de descabezar las opciones argentinas. Y lo logró. Cabe decir que vimos a un Scola desesperado, cansado, y con muy pocos recursos para hacer frente a la dureza defensiva española. Desactivado el gran peligro argentino, todo fue mucho más sencillo. Fue entonces cuando de verdad observamos la enorme diferencia de calidad entre las individualidades de los dos equipos. Mientras por parte argentina todo se redujo a una defensa fuera de todo límite y las actuaciones de Campazzo, Laprovittola y Deck, en la selección española apareció el juego colectivo y el control del ritmo del partido. El dominio fue absoluto, en ocasiones doloroso para el rival, y permite a la selección ganar un Mundial que, a priori, no entraba en el guión de nadie. Un título obtenido desde el trabajo, la ambición, y el carácter competitivo del equipo. 

mentalidad ganadora

Ha sido la clave del oro mundialista. Sin olvidar por supuesto la calidad del equipo y la implicación de los jugadores. Pero todo ello no habría sido suficiente si en el  momento preciso no hubieran aparecido los referentes. En este apartado han destacado, por encima del resto, la pareja Gasol-Ricky. En todos los partidos decisivos han ejercido de líderes y han arrastrado a sus compañeros. Una actuación espectacular y definitiva. Pero tampoco podemos olvidar que un equipo que cuenta con esta pareja, y además con hombres como Llull, Rudy, los hermanos Hernangómez, Claver, Ribas u Oriola son capaces de todo. También el staff técnico ha estado a la altura del reto a obtener. Scariolo ha sabido hacer rotaciones con sentido y aplicar variantes defensivas que en ocasiones de gran dificultad han logrado variar la dinámica del partido. Un oro colectivo que mantiene a la selección española en lo más alto de la elite mundial.