Supervivencia, orgullo y... Messi

Messi, de récord en récord

Messi, de récord en récord / EFE

Gerard López

Gerard López

No nos da para ganar la Champions. Esta frase pronunciada por Leo Messi hace muchos meses adquiere máxima vigencia ahora que se acerca el tramo final de la temporada. Algunos le tacharon de negativo, pero la realidad se impone.

El Barça sufre en La Liga y veremos qué pasa en la Champions ahora que sabemos que el camino hasta la final está lleno de espinas. El equipo no está para muchos trotes físicos y la plantilla es corta, tal y como quedó demostrado en Valladolid. Ha perdido a De Jong y Griezmann en una época atípica, con una alta carga de partidos y mucho calor. Pero es que, además, a Valladolid fueron solo 18 jugadores. A diferencia de otros equipos que se llevan a 23, algo que el Barcelona había hecho hasta ahora, el club priorizó la preparación del play-off de ascenso a Segunda A y Quique Setién accedió a la recomendación del club de que los chicos con dinámica de primer equipo volvieran al filial . Y se llevó 18 a Valladolid.

Sobre el césped se vivió una situación que pone en evidencia a más de uno. A mitad de la segunda parte, Arturo Vidal, agotado, se dirigió a la banda para pedir el cambio. Desde el banquillo no pudieron acceder a su deseo porque no había ningún jugador con capacidad de jugar en su posición. ¿Qué hacían Monchu y Collado en Barcelona cuando el primer equipo se está jugando LaLiga? ¿Por qué solo te llevas a 18 si tienes la capacidad de hacer cinco cambios y corres el riesgos de perder algún jugador de cara a lo que resta de la temporada? No me lo explico cómo el entrenador del primer equipo no impone las prioridades. Una muestra más de la debilidad de Quique Setién en el entramado del club. Estoy convencido de que a Guardiola o a Luis Enrique no les hubiera pasado.

Sin regularidad Aparte, están los sintomas claros de falta de regularidad a nivel futbolístico. El Barça es capaz de jugar bien en Villarreal, o hacerlo muy bien en la primera parte de Valladolid y diluirse después como un equipo pequeño en la segunda parte, sin capacidad de control de partido o sin la misma intensidad mostrada en la primera parte. Es un claro síntoma de problemas físicos y de lectura de partido. El Villarreal no dio este paso adelante, pero Sergio González sí y el Valladolid puso en apuros al Barça después del cambio de órdenes del técnico en el descanso. Una vez más, Ter Stegen y Piqué evitaron perder más puntos en LaLiga.

Es en estas situaciones cuando vienen a nuestra mente las declaraciones de Messi. Si lo dice él es porque lo ve en el día a día.

Hay orgullo porque el equipo muestra esta actitud, pero... ¿será suficiente para encarar un calendario de Champions con un sorteo que ha sido duro para los intereses azulgranas? El Nápoles es un equipo mejorado del rival que fue en Italia. Luego vendría el Bayern, el equipo post-confinamiento más fuerte. La única ventaja es que la Bundesliga acabó antes y habrá estado mucho tiempo parado. Veremos cómo vuelve. Y si siguiéramos, unas hipotéticas semifinales con JuventusCity o Real Madrid. El camino es brutal.

Es cierto que tienes al mejor del mundo y él solito es capaz de tirar del carro y darle victorias al equipo, pero... ¿podrá con tanto? Una vez más, después de tantas revoluciones en la plantilla, de tantos fichajes, te encomiendas a Messi como tu única tabla de salvación. Veremos cómo es capaz el argentino de recuperarse durante estos días de descanso, cuando acabe LaLiga, para otra vez asumir el liderazgo y ser, de nuevo, el faro que debe guiar al Barcelona en este camino.