Setién le quitó el juguete al Barça

Imagen del Barça-Betis en el Camp Nou

Imagen del Barça-Betis en el Camp Nou / Valentí Enrich

César L. Menotti

César L. Menotti

El Betis es un equipo que sin contar con grandísimos futbolístas,-haciendo la aclaración que todo aquel jugador que llega a Primera División es un buen jugador-, juega muy bien al fútbol. No le hacía falta ya para confirmarlo este gran partido frente al Barcelona. Vemos en el equipo andaluz una convicción de su entrenador y sus jugadores en una idea de fútbol y en su desarrollo. En la apariencia de nombres entre un equipo y otro existen grandes diferencias, pero el equipo de Quique las minimiza en la cancha. 

El Betis le impuso al Barcelona condiciones. Le quitó el juguete favorito, la pelota. Y el equipo culé perdió la brújula. Tiene mucho mérito de Quique Setién, porque el entrenador siente y transmite la idea de fútbol que realiza su equipo. Cree en la tenencia de la pelota como la mejor arma para derrotar al rival. Y en el convencimiento del entrenador, nace el convencimiento del jugador en llevar a cabo la idea y reforzarla en el campo de juego.  

Los béticos no fueron a impedir que el Barcelona jugara. Sino que se propusieron jugar mejor que el Barcelona y ganarle, restándole importancia al resultado. Y lo logró y se impuso al equipo culé sin complejos. 

El equipo de Quique Setién tiene ideas del fútbol en las que él creía ya como jugador. Tuve la suerte de dirigirlo en el Atlético de Madrid. Y fue un futbolista que tenía mucha técnica y le gustaba jugar bien al fútbol. Un jugador que siempre quería jugar y que no renunciaba jamás a las formas. Siempre. Lo convencía más la tenencia de la pelota que otros recursos. Además de ser un gran tipo. Me produce una gran alegría porque desde que supe que sería entrenador tenia una gran expectativa por cómo iba a ser su carrera. Y responde sin duda al fútbol en el que siempre creyó, y también a la filosofía del equipo que dirige. Por eso, aunque soy manifiestamente aficionado del Barcelona no sufrí el partido. Fue un buen espectáculo de fútbol en el que me llevé una gran sorpresa con Quique. 

No hay que dramatizar en exceso esta derrota. Son esos partidos en los que hay que tomar nota, analizar y corregir. El Barcelona entra en confusión cuando pierde la posesión de la pelota y se olvida de jugar. Y en ese atasco saca ventaja el rival, en especial el rival que sabe qué hacer con la pelota. 

Ya he dicho algunas veces que las urgencias en el fútbol son muy complejas de manejar. Cuando un equipo entra en urgencia de conseguir los resultados, pierde el equilibrio y  las formas. Son muchos los compromisos que debe asumir el equipo blaugrana. Y cuando no tiene la tenencia del balón empieza a sentir la ansiedad de resolver el partido de cualquier manera. Ya sea por la genialidad de una individualidad o por provocar un hecho azaroso. 

Es cierto que el azar juega un rol importante en el fútbol. Pero hay que acompañarlo del merecimiento. La derrota frente al Betis no puede modificar ni las fuerzas ni las convicciones del juego del equipo de Valverde. Pero necesita reforzar la idea para evitar sufrir el desorden por un exceso de compromisos y la obligación de conseguir resultados. Cuando uno se plantea el triunfo como una obligación, te olvidas de jugar. 

El Barca tiene futbolistas que pueden ganar por sí mismos un partido sostenidos en el funcionamiento colectivo. Pero también pierden los papeles en la búsqueda del resultado. Ahora hay que ver cómo se remonta la idea pero de ninguna manera es un momento dramático. Hiere porque duele perder. Pero se pueden sacar conclusiones, no hay derrota que modifique la historia de este equipo. Está primero en la tabla de posiciones de la Liga y es candidato a ganar la Champions. Hay que preguntarse porque se desordena ante un equipo con ideas parecidas. Y buscarle soluciones. Es un mal resultado que a veces ayuda a recomponerse y ponerte en el lugar que hay que tener en los ensayos semanales. 

El Barcelona tiene que ganar jugando bien, no está preparado para ganar jugando mal. Esto lo confirma la derrota ante el Betis. Y le viene bien para ser más sólido en las máximas confrontaciones.