Estamos secos

Hay una cosa malísima en el estilo Barça: resulta que para ganar partidos tenemos que marcar más goles que el contrincante. Es evidente que Xavi ha venido al Barça para indicar el estilo que el equipo tiene que llevar a cabo sobre el campo. Con solo dos partidos también ha dejado claro que su apuesta es la cantera, como debe ser. Solo los jóvenes nos sacarán del lodazal en el que estamos. Que a nadie le quepa la más mínima duda de que así sucederá. De todas formas, tenemos que marcar goles.

Alguien pensó que no había problema con dejar marchar a Luís Suárez y que con la marcha de Messi otros podrían lucir y así sacar todo lo que tenían, incluso goles. Pero nada de eso ha sucedido. La falta de goles del Barça es un problema evidente que ahora nos estamos comiendo como consecuencia de la gestión catastrófica de los últimos años, con el colofón de fichajes antológicos como Braithwaite o Luuk De Jong. ¡Parece recochineo!

Cierto que con Xavi la ilusión se ha visto renovada y el equipo juega mejor. Lo más importante es que se practica en el césped ese estilo Barça tan reconocible. El equipo tiene futuro - estoy seguro -, pero también hay una falta de gol muy preocupante. Sin ir más lejos, si seguimos así podemos quedarnos sin jugar la Champions el año que viene.

El estilo Barça tiene que ser, a la vez, el reclamo para el deleite del público, pero también el camino para marcar goles, y esa tarea no hay nadie que pueda hacerla. De siempre el ADN del Barça ha ido acompañado de diferentes figuras goleadoras, o como mínimo, de jugadores generadores de peligro (Romario, Pedro, Villa, Messi, Ronnie, Suárez…). Ahora nos falta esta figura. Llegamos perfectamente hasta la pista de despegue, pero no sabemos cómo alzar el vuelo.

Estoy convencido de que con el regreso de Ansu este déficit goleador mejorará, aunque me sigue pareciendo poca dinamita para tanta guerra. Y pensar que nos cachondeábamos de RDT.

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