Un culé en Madrid

Rock&Roll y tangos

Ansu Fati, ante el Slavia

Ansu Fati, ante el Slavia / JAVI FERRÁNDIZ

Mikel Lejarza

Todos tenemos mejores y peores momentos, sobre todo después de tres goles en siete minutos y un empate en casa; pero en ninguna profesión como en la de futbolista o entrenador, se pasa con tanta facilidad del elogio a la crítica feroz.

Porque Ter Stegen hasta hace unos días era el mejor portero del mundo, y ahora un bocazas por decir en público lo que no debe de salir del vestuario. Piqué, un central inconmesurable, ha mutado en  un coladero que se distrae con su Copa Davis. Arthur aspiraba a sustituto de Xavi y se ha vuelto un jugador intrascendente, sin gol y que ralentiza el futbol del Barca. Lo que en Vidal era llegada, pasión y lucha, ahora se ve como impropio del exquisito Barca. Un titular brillante e indiscutible como Rakitic se ha convertido en un suplente mediocre. La Masia capaz de descubrir y formar a un prodigio como Ansu Fati, nos hace sospechar que Aleñá, Carles Pérez o Ricky Puig, todos excelentes jugadores acabarán como Denis Suarez, Tello o Nolito, porque ninguno parece capaz de desequilibrar los partidos a favor de su equipo. Característica ésta, que en lo suyo, es la definición del trabajo de Valverde como entrenador.

Y así podríamos continuar dando un repaso a toda la plantilla, menos al extraterrestre Messi, claro está. Los cambios de opinión vienen dados por algo tan complejo de interpretar como los resultados y sobre todo por las comparaciones con los otros grandes del futbol europeo. Por suerte para los blaugrana, Bayern, Madrid, Atletico, Manchester City, United, Arsenal, Milan…z están atravesando también sus crisis; pero ya dice el refrán que  “mal de muchos , consuelo de tontos”. Porque la verdad es que el Barca lleva dando desde hace tiempo síntomas evidentes de no ir a mejor, sino a peor. Y como siempre, hacerse preguntas incómodas se interpreta como señal de antibarcelonismo. Y no es asi .

Pero ¿para qué se ha fichado a Todibo y a Junior si luego ni los centrales, ni Alba tienen suplentes fiables? De Jong es la excepción que confirma la regla de lo mal que se está fichando, pero ¿por qué no juega en su habitat natural del Ajax en vez de cambiarlo de zona en cada partido? . Al Barca le ocurre que en aquellos partidos donde el rival  pone fuerza, velocidad y un poco de clase, se impone a un centro del campo culé en el que sobran jugadores, pero falta  músculo para contener a equipos aguerridos, rápidos y fuertes en lo físico. Ahora se lleva el rock and roll y el tiki taka suena hermoso, pero viejo y lento como un tango.

De la deriva no se salva la dirección deportiva. Esa que con el dinero de la venta de Neymar, fichó a Coutinho (cedido) y a Demeblé (no convocado contra el Levante) y que luego buscó desesperadamente recuperarlo pero carecía de dinero porque lo habían gastado en  Griezmann, innecesario porque juega donde lo hace Messi. Mientras, Suarez continua sin un sustituto de garantías.

Problemas que desaparecerán si se gana al Madrid. Pero al despertarnos de la pesadilla, como en el cuento de Monterroso, “el dinosaurio seguirá allí”.