La resistencia

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Carme Barceló

Carme Barceló

“A mí no me gusta ni el fútbol ni la fiesta”, dice un Neymar reconvertido en el monje Joao de ‘La casa de papel’. Si el show del verano no tenía bastantes ingredientes, el brasileño rompió su silencio para sacarse la careta de Dalí y anunciarnos que había cumplido un sueño. No era irse como alma que lleva el diablo del PSG ni su entrada triunfal en el Camp Nou. No.

Su felicidad era un ‘cameo’ en la serie que han visto más de 35 millones de personas, un quinta parte de lo que pide Nasser Al-Khelaïfi al Barça para soltar al rehén brasileño de su encierro. No me digan que ‘tot plegat’ no es para que resucite Jardiel Poncela, maestro del teatro del absurdo. 

Al monje Neymar no le gusta el fútbol ni la fiesta pero al auténtico le vuelve loco -y ejecuta de cine- lo primero a la par que le enturbia a menudo lo segundo. Mientras él compartía su actuación en las redes sociales, el resto de los actores de la película de su vida real sumaban kilómetros, fundían baterías de teléfonos móviles,se desgastaban en reuniones y buscaban jugadores y dinero más allá de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.

Rakitic y Dembélé, la resistencia

Escribo este artículo con la última hora de las negociaciones del PSG con Rakitic y Dembélé, la auténtica resistencia a la que se enfrenta el Barça. Ni ‘Bella ciao’ ni nada: el francés y el croata dicen que no se van del club blaugrana ni con agua caliente. Pero la realidad hierve y es la que el propio Iván ya conoce, con dos partidos en el banquillo y todos los números para sumar un tercero este sábado.

El representante de Dembélé aseguraba ayer que el jugador seguiría “en el Barça al 100%”, lo cual viene a ser sinónimo de todo lo contrario, vistos los antecedentes de semejante afirmación. Por no hablar del ‘se queda’, que merece un capítulo aparte en este serial. En esta resistencia no hay un ‘Profesor’ que preparara el asalto durante cinco años. El que hizo el ‘cameo’ de cinco minutos les ha cambiado el guión a todos.