A recuperar la chispa en Europa

La racha del Barcelona invita a la prudencia de cara a afrontar el partido de Champions League contra el Olympique de Lyon. Tras la exhibición contra el Sevilla (6-1), encadenó tres empates consecutivos y pudo cortar esta mala dinámica con una victoria pírrica lograda con un tanto de penalti ante el Valladolid.

No son las mejores condiciones en cuanto a confianza se refiere para encarar el reto de Europa porque el Barça no juega al mismo nivel que cuando, por ejemplo, fue el sorteo a mitad de diciembre en la que encadenó nueve partidos seguidos sin perder y goleaba a muchos de los rivales con los que se encontraba de por medio. Los arrollaba. Ahora no es así. Sufre más de lo previsto porque le falta chispa y orden de hace semanas.

LA OTRA CARA

Hay, sin embargo, la otra cara de la moneda. Motivos para el optimismo. De repente, la Liga se ha convertido en una balsa de aceite. Con los resultados de este fin de semana, ha ampliado a siete la ventaja con respecto al segundo clasificado y a nueve con el tercero, el Madrid. Eso supone la mayor ventaja de esta temporada cuando solo restan 14 partidos para el final de la Liga. Medio título está en el bote por lo que todas las miradas deben centrarse en la Champions. Debe seguir remando en la Liga pero habrá momentos que puede hacer rotaciones para llegar más fresco como, por ejemplo, para la vuelta contra el Lyon.

Aunque nunca hayas perdido contra este equipo en su campo, el partido no será un dulce para el Barça porque el conjunto francés posee la mejor escuela formativa de Francia y siempre acaba sacando jugadores jóvenes de su centro de formación. Es cierto que tiene bajas (Nabil Fekir) y dos dudas significativas (Tanguy Ndombele, Jason Denayer) que, seguro, condicionarán el juego del equipo.

El Barça debe recuperar la alegría en ataque y conseguir una mejor circulación en el centro del campo. Ha recuperado a Messi, que está dejando atrás sus molestias, ya tiene listo a Dembélé, que ya jugó 60 minutos e incluso ha recuperado a Umtiti, un jugador que ha vivido fuera del grupo durante muchos meses, y ha renovado al entrenador como gesto de confianza. La primavera debe llegar pronto al Barça porque la Champions son palabras mayores y los traspiés sufridos en la Liga no tienen perdón en Europa. 

SUPLIR A ARTHUR

La ausencia de Arthur es significativa porque es un jugador que ayuda a que haya más armonía en el juego del equipo, el balón llega en mejores condiciones a los atacantes por lo que encontrar una buena solución es clave para recuperar una circulación adecuada en el centro del campo. Como decíamos en el artículo anterior, la primera opción para esta ausencia debe ser Aleñá porque la presencia de Vidal no deja de convertir el juego del equipo en más barroco, más embarullado. En definitiva, es menos Barça por lo que las consecuencias las sufre Messi y compañía. 

Otro de los que debe afinar su punto de mira es Suárez. Poco fino contra el Valladolid, lleva ya cuatro tantos sin marcar. Y el Barça necesita el olfato goleador de un jugador de estas características. Además, en Europa hace más de tres años que no marca lejos del Camp Nou, una racha incomprensible para un jugador de este nivel. Hay que dar un paso adelante para que el Barça vuelva a ser ese equipo que asusta y porque solo quedan tres meses y medio de competición.