¿Qué le decimos a la muerte? "Hoy no"

El Valencia estará en octavos de final tras siete años de ausencia.

El Valencia estará en octavos de final tras siete años de ausencia. / sport

Rubén Uría

Rubén Uría

La Masia, al poder

En modo rotación masiva, con los menos habituales, con defensa de tres centrales y sin luz en su rincón (Messi), ante un Inter que se jugaba la vida, el Barça hizo un gran partido. Los goles fueron factoría de la casa, que siempre saben mejor. El primero, de Carles Pérez, que marcó gol en su debut en Champions justo cuando se convertía en jugador del primer equipo. El segundo llevó la firma del niño prodigio, Ansu Fati, con un remate digno de los elegidos. Chapeau para los niños. No todos los días se gana en San Siro con la guardería de La Masia. Y este Barça lo hizo con una sobredosis de entusiasmo, descaro y personalidad.

“Hoy no”

Era noche para héroes y Celades y su tropa lo fueron. El contexto era el que era. No invitaba al optimismo. Entre lesiones y sanciones, el Valencia tiró de unidad “B” para asaltar el Johan Cruyff Arena. Sin Cillessen, Piccini, Garay, Kondogbia, Guedes y Maxi - seis titulares- y de propina, sin Kang In ni Cheryshev, lesionándose Gameiro en el partido, el Valencia hizo lo que tenía que hacer: marcar y sobrevivir en la trinchera.  El equipo de Celades, todo corazón y garra, salió vivo de Amsterdam después de un asedio brutal y estará entre los mejores. A base de una resistencia heroica, el Valencia hizo suyas las palabras de Arya Stark en “Juego de Tronos”: “¿Qué le decimos a la muerte? Hoy no”.

Paso al campeón

Los austriacos hicieron honor a su patrocinador - una bebida energética-, dando un curso acelerado de cómo igualar la velocidad e intensidad del Liverpool. Y más allá del muro humano llamado Van Dijk, el equipo de Klopp bordeó el KO. Sin embargo, el vigente campeón, a un gol de quedarse fuera de Europa, sacó el manual de supervivencia y salió de pie gracias a dos goles en dos minutos mágicos, facturados por Keita y Salah. Si no puede correr, la tropa de Klopp sufre. Si puede correr, tiene panteras en libertad y asesinos natos en el área. Paso al campeón. Galopa.