Pedri forever

Pedri, protagonista en Estambul

Pedri, protagonista en Estambul / JAVI FERRÁNDIZ

Carles Sans

Carles Sans

Cuarta remontada de la temporada la de ayer del Barça en Turquía. Una primera parte en la que, a pesar de ser dueños de la pelota, había poca sensación de causar peligro, cuando los turcos contraatacaban todo parecía indicar que a poco que insistieran acabarían marcando. Llegó un córner y a Ferrán Torres le pillaron en un despiste de los que piensas en su genealogía. Y gol del Galatasaray.

Les confieso que en ese preciso momento, habida cuenta de cómo estaba jugando el Barça, confiaba muy poco en la remontada. Pero la segunda parte fue otra cosa. El Galatasaray se dedicó a defender y el Barça empezó a mover el balón como se debe, es decir con la velocidad suficiente como para que el equipo contrario se vea obligado a perseguirlo sin poder tocarlo apenas.

Por fin llegó una jugada que nos recordaría a las vividas cuando Messi vivía entre nosotros; pero no era Messi: era Pedri, un jugador del que, por lo que se ha dicho esta semana en Esport 3, en una reunión de la junta de directivos alguno puso sobre la mesa la posibilidad de venderlo para así sanear las cuentas o poder incorporar un crack en el equipo.

De ser cierto, ese caballero, después de ver el golazo y el partido del canario en Turquía, debe estar bajo la cama y pidiendo perdón por el pecado de pensamiento y palabra cometido ante una junta asustada por las deudas del club. Este chico ha venido para darnos muchas alegrías y debe quedarse muchos años. Recomiendo encarecidamente que alguno de la junta busque mejores soluciones que la de vender lo que puede llegar a ser una figura del fútbol.

Con el segundo gol se veía que la victoria era posible, si no hubiese sido por las incertidumbres en el pase y bastantes pérdidas en el centro del campo. Por fortuna se supo jugar con el tiempo y nos hemos clasificado para la siguiente ronda. Ahora, a esperar el sorteo; y mientras, a ver si podemos plantar cara al Real Madrid, que según tengo entendido que nos espera con ganas. 

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